TODOS LOS DÍAS ME SABEN A AGUA SI NO ESTÁS TÚ.

CAPÍTULO 5

Hoy iba andando por la acera, muy cerca de la carretera y una chica chilló para que me apartase, y mi madre también chilló, no me iba a atropellar el autobús, pero bueno, aunque yo tal vez quería que lo hiciese. Aunque es muy normal eso en mí, no os digo que vaya a tener el valor de suicidarme en estos momentos, quizás sí en un futuro, pero por ejemplo, si tuviese la opción de morir o salvarme; sin dudarlo elegiría morir.

Y cuando pensaba que no iba a haber un día peor, pam, va y me pego la hostia mas grande de mi vida, aunque no hay ninguna herida; no física y va me cae el puto diluvio del siglo y ya acaba de reventar el vaso, la frase esa de: fue la gota que colmó el vaso, creo que no fue una, fueron varias, y con miles me quedo corto, fíjate en las nubes, que están ahí hasta que un día caen miles de gotas en forma de lluvia o lloran, también pasa con las personas, quizás seamos nubes o algo parecido.

No quería que llegase ese momento, pero va y llega y ese momento, jode, y es que en realidad solo hay dos opciones, solo dos opciones de mierda, que deciden el principio o el final de mi puta vida, coger y amargarme y que me caiga el chaparrón del siglo y reviente el vaso o 2 sudar de todo y empezar de 0, vaciar el puto vaso y seguir, pero siempre elegimos el camino que nos parece más fácil pero al final es el más jodido y así nos va, quizás todo seria mas fácil si alguien nos ayudase a vaciar el vaso, pero las lagrimas no son suficientes, y somos tan listos que elegimos la primera opción y nos hacemos mas mierda cada vez, sinceramente preferiría elegir la opción dos, pero no puedo, es demasiado difícil, me refiero, creo que estoy apresado en un pasado y no vivo, estoy vivo, creo, pero mas muerto que vivo, no sé si me entendéis, y no me gusta. Al final tendré que beberme el vaso, o aprender a nadar. Para no tocar fondo, ya sabéis.