El comienzo 2

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-¿Quién? ¡¿Quién murió?! –Se escuchaba por todas partes. Hasta que yo me acerqué y la llevé a un lado:

-Detective Hotson –Dije mostrando mi placa –Necesito que se calme y me explique lo sucedido.

Estaba muy serio y además siempre quise ser partícipe de algo así; la azafata me llevó a la cabina del capitán y ahí estaba él. Al hombre le salía un hilo de sangre de la boca, estaba muy pálido y junto a él había una taza de café quebrada (quizás se le calló cuando murió), le indique a la azafata que se fuera a lavar la cara y que controlara a los pasajeros.

Me dirigí a mi asiento y tomé mi maletín allí dentro estaban mis cosas, pero antes de que pudiera mover un músculo, Matthew se acerca a mí y me dice:

-Se ha muerto el capitán ¿Verdad? –Dijo muy serio.

-No te diré nada-respondí seco.

-Soy reportero, quizá pueda ser de ayuda y quizá puedas ayudarme a tener la primicia- Lo dudé un momento ya que literalmente podría ser el asesino, pero pensé que serviría mas si lo vigilaba.

-De acuerdo –Le dije y me acerque a su oído para hablarle – El hombre fue asesinado y el asesino puso el piloto automático del avión, el resto tendrás que acompañarme para saberlo.

Atravesamos todo el avión y él tomaba nota de todo, éste sujeto no me daba mucha confianza por así decirlo; no sabía nada de él, era muy parlanchín. 

 Según una de las azafatas el otro piloto estaba descansando en la parte de atrás, nadie más de la tripulación estaba cerca y las personas que estaban hasta el frente dijeron estar dormidas y que no vieron nada.

Cuando entramos a la cabina el hombre seguía allí, di una mirada rápida y me acerqué a él, tenía una herida entre la zona abdominal y el pecho, eso explicaba la sangre de su boca. Nos pusimos guantes desechables y me di cuenta de que Matthew parecía entender todo. 

-Entonces se puede decir que hay un asesino a bordo ¿no?

Yo no lo había pensado así y no podía parar el avión y preguntar uno por uno a los desesperados pasajeros si tenían algo que ver en la muerte del piloto que nos conducía a nuestro destino.

-Es lo más probable - Dije algo sarcástico mientras observaba con detalle la cabina

Pasó una hora y ya habíamos terminado el informe inicial. Salimos de la cabina y nos dimos cuenta que todos los pasajeros estaban desesperados y nerviosos, así es que me acerqué al tipo robusto lo suficiente como para tener una conversación, y antes que pudiera decirle algo, él se acercó aún más a mí y con un gesto de alguien que está muy molesto me dijo:

-¿Qué es lo que sabes?

-Eso es clasificado – Y como creí que no iba ayudarme traté de alejarme, pero no fue así.

-¡¡¡SILENCIO TODO EL MUNDO!!! – Gritó él – Soy Henry Bennett, comandante del ejército de los Estados Unidos de Norte América; y usted es el famoso detective Hotson, ¿o me equivoco?  si necesita mi ayuda no dude en pedirla.

Eso fue algo muy extraño, tomando en cuenta que aquel sujeto hablaba muy rápido, yo me quedé helado y no supe que responder. Matthew me miró, sonrió y se dio cuenta de que yo estaba muy nervioso, entonces dijo:

-Perfecto señor Bennett, lo primero que necesitamos es...-Y me dio un suave codazo para que reaccionara.

-Que nos ayude a mantener el orden – Y agregué –Si no es mucha molestia.

-No lo dude señor Hotson – Dijo él y luego dio otro grito -¡¡¡TODOS SENTADOS AHORA!!! Quiero que todos estén calmados porque todo estará bien, a bordo está el mejor detective, un reportero gay y yo soy del Ejército de los Estados Unidos,  y estaremos a cargo de esta situación ¿Entendido?

Se escuchó un cuchicheo y luego todos a coro respondieron: "Si Señor".

Bennett tomó asiento muy irritado y los pasajeros actuaban como si no hubiese pasado nada. Con Matthew buscamos a la azafata que había encontrado al capitán para hacerle unas preguntas. Anteriormente ella me había dicho que su nombre era Mandy Patterson; no la encontrábamos por ningún lado. Me quedé pensando en todo lo que gritó el militar, no considero que sea el mejor detective, pero es lindo que la gente valore mi trabajo.

Y mientras buscábamos le pregunte a Matthew:

-¿Conoces a ese tipo? – Le dije refiriéndome a Bennett.

-Hace dos años nos conocimos en una reunión del gobierno. Él había comenzado recién a ser comándate y yo era un periodista recién egresado de la universidad que con mucha suerte fue asignado a ese trabajo –Me contestó mientras buscaba en los baños.

-Y ¿Por qué se refirió a ti como "un reportero gay"?

-Porque es cierto –Me dijo sin dejar de buscar a la azafata -¿Algún problema con eso?

-No, claro que no, sólo me llamó la atención- las caritas, las sonrisas y todo eso ¿será que le gusto? Dios, que idiotez estar pensando en eso.<< Concéntrate>>  pensé.

Buscamos y buscamos y al cabo de unos minutos encontramos a la azafata llorando en una pequeña salita. La mujer tenía los ojos hinchados y el maquillaje corrido, se notaba que llevaba ahí un largo tiempo. Con Matthew quedamos observándola un momento y cuando yo tenía decidido dejarla en paz para que saliera cuando ella lo estime conveniente, Matías me empuja y le grita como si nada.

-¡Señorita! Necesitamos que nos acompañe para hacerle unas preguntas.

La azafata lo miró con una cara de furia y a la vez muy triste, se levantó y salió corriendo mientras seguía llorando. Yo lo miré con cara de rabia y a la vez de decepción, porque creí que iba a ser más listo o que al menos fuera un poco más gentil con aquella mujer que hace menos de dos horas había tenido la peor experiencia de su vida.

-¡¿Qué crees que haces?! -Dije yo con un tono molesto.

-¡Pues el trabajo! ¿No se supone que eso íbamos hacer?- Dijo el con un tono muy desentendido.

-¡Sí, ese era el plan! ¿Pero no crees que es muy inhumano gritarle a una persona que ha tenido la peor experiencia de su vida hace menos de dos horas? – yo quizás fui muy duro con él ya que él sólo hacia lo que yo había dicho.

-Bueno pero pudiste a ver partido por eso – Se notaba muy desanimado...

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