|CIGARETTES| #1

2-Jason, su amiga, la amiga de su amiga y mi padre {segunda parte}

• Theo

Son las ocho y hay al menos veinte de las cuarenta mesas llenas, en el piso de arriba hay cincuenta mesas y hay unas veinticinco ocupadas. Son casi todas familias, así que hasta ahora he tenido mucho trabajo, pero el lugar se llena más a eso de las diez y yo termino saturado por completo.

Mi padre ya ha cocinado más de sesenta y cinco pizzas y el padre de Daisy unas setenta y ocho, y no solo por los pedidos del local, sino que también el delivery implica mucho trabajo. Si Jason no estuviera conmigo ayudándome yo no sé qué haría.

-Me amas y lo sabes- Es un idiota, pero es mi amigo- Así que preséntame a Daisy...

-No lo haré, John y Peter te matarán si te metes con ella, y no quiero un puré de papilla como mejor amigo.- John es uno de esos tipos súper celosos y babosos con su hija, porque es como su bebita y demás. Mientras que Pett era su mejor amigo, casi como su hermano, y por como la defiende cuando algún zaparrastroso le dice algunas palabras groseras, se ve que es muy guardián-.

-Tu cerebro es de papilla Sáenz, además me haré amigo de Pett y ayudaré en la cocina a John, y ya está, todo arreglado bebé.

-Eres un idiota Jason - Reí mientras esperaba a algún que otro cliente, pero me quedé tan tildado mirando un punto fijo que no me hubiera dado cuenta cuando llegó más clientela de no haber sido por el susurro de mi mejor amigo-.

-Madre mía, ¿qué hace ella aquí?, hoy definitivamente es mi día de suerte.- No entendí de que hablaba hasta que levanté la vista y me encontré con unos ojos jade desorientados que aún no se encontraban con los café míos-.

-¿Las conoces?- Pregunté antes de ver como la castaña sonreía ampliamente exclamando un "¡hey!" y acercándose a nosotros. Pero sus ojos no se posaron ni un segundo en mí, sino en los de mi mejor amigo-.

Jason salió de atrás del mostrador y la risueña joven corrió a los musculosos brazos de él. ¿Por qué no me notó?, y lo más importante, ¿por qué Jason jamás me habló de ella?, digo, nunca me habló de tener una amiga por ahí.

No estaban tan cerca de mí, así que no oía con claridad de qué hablaban, pero si podía ver los ojos de ella brillar con intensidad y jamás había visto a Jason reír tanto. Me preguntaba de qué hablaban, me preguntaba de dónde se conocían, después de todo Jason terminó la escuela hace al menos dos años y ella cuando Jason seguía en la escuela no era más que una escuincla , ahora no es más que un Hobbit con ropa de adolescente.

Es que la miro bien y es demasiado enana, aunque la chica que la acompaña le gana en eso. La pobre chica se había quedado incómoda mirando hacia otro lado y de a ratos ponía los ojos en blanco y bufaba. Cuando se dio cuenta de que la estaba observando se puso totalmente colorada y yo sonreí, porque alguien me notó. No fue muy mío pero la llamé con la mano y ella media tímida se acercó a mí.

La pelirroja perforada por todos lados apoyó los antebrazos en el mostrador y me miró esperando a que dijera algo.

-¿Vais a pedir algo?, hace como veinte minutos estáis ahí paradas sin hacer nada y supongo que habéis venido a comprar- No quería sonar enojado, pero así es como soné-.

-Lo siento, es que no sé de qué sabor le gusta a ella y tampoco quiero interrumpir en su animada charla. Es una suertuda...- Estaba dudando de que realmente ellos dos tengan algo, porque si tuvieran Jason me lo hubiera contado-.

-¿Por qué suertuda?- Esperaba a que ella aclarara mis dudas-.

-Siempre se lleva a los mejores chicos, de éste no sabía nada.- ¿Siempre se lleva a los mejores?, su cara de tener un escudo anti-chicos me engañó entonces-.