Nuevo día, nuevo sol, nueva oportunidad de hacer las cosas bien. Siento un renacer en mí interior. Siento que ya no soy el mismo, y siento que no lo seré nunca más.
Me siento preparado para luchar. Para luchar por lo que siento, por lo que quiero, por lo que pienso. Luchar por uno mismo, probablemente la tarea más difícil en la historia de la humanidad. Luchar por nuestras creencias, enfrentarnos a todo el mundo por defender lo que creemos, por defender nuestros derechos. Reitero, la tarea más difícil. Pero, a la vez, tiene su recompensa. Sólo quien lucha, gana. Quién no lucha por lo que quiere, no se merece lo que desea. Porque sí, el que lucha puede perder, mas quien no lucha, ya perdió. Hoy estoy decidido a luchar lo que haga falta hasta que gane mi amor, hasta que venza su amor, hasta que triunfe nuestro amor. Hasta que podamos ser uno, los dos.
_¿Y ahora?_Me dijo
_Creo que ahora es nuestro turno de ser felices.
_¿Y nuestros padres?
_Ahora es nuestro turno de ser felices.
_Pero... sabes que ellos no están de acuerdo con nuestra relación.
_Sabrina_Dije mirándola a los ojos_¿Realmente importa su opinión?
_No. Ahora es nuestro turno de ser felices.Relata Sarah
Es increíble la recuperación de Sab. Yo estaba con Jackson cuando me enteré de su internación y automáticamente fui al hospital. A los cinco minutos de mi llegada, nos informaron que estaba lista para el alta. Quise entrar a verla pero dejé que pasara Bradley. Estuvieron solos unos quince minutos, mientras afuera todos, sobretodo el Sr Carpenter, nos moríamos de curiosidad por saber que estaba pasando en esa habitación. Cuando Bradley salió, y nuevamente intenté entrar, me detuvo. "¿Por qué no puedo pasar?" le reproché. "Ahora va a salir ella".
El ruido de la puerta abriéndose, seguido de unos pasos desganados pero firmes a la vez. Su cabello alborotado, su bata arrugada, su cara cansada (pero que ahora estaba adornada con una cálida sonrisa), sus manos débiles, sus piernas delgadas, sus ojos maravillosos, era la Sabrina que todos conocíamos, pero distinta. En su mirada, noté algo que hacía mucho no notaba: paz.
La abracé, y le dije que si ella quería podía ir a mi casa, ya que sé cómo la pasa en la suya, y quería evitárselo. Aceptó. La ayudé a arreglarse, saludó a todos los qué habían ido a visitarla, agradeció a Jessie por cuidar de Penny, lo alcé, y nos fuimos. Caminamos cinco cuadras hasta llegar a casa. Sabrina sonreía. Estaba feliz, lo podía sentir. Subimos a mi habitación y nos sentamos en la casa.
_¿Qué pasó con Bradley?_Pregunté sin dar más vueltas.
_Volvimos.
_¿Se separaron en algún momento? Verdaderamente.
_¿Cómo verdaderamente? ¿Se puede separar falsamente de alguien? ¿Cómo?
_Claro que sí. Si ninguno de los dos puede olvidar al otro, entonces no se separaron. Porque sus corazones siguen unidos.
_Es posible. Pero yo intenté olvidar a Bradley. Y no pude.
_Lo que pasa es que es difícil sacar de tu vida a una persona que en otro momento fue todo en ella.
_Cierto. ¿Eso te pasa con Peyton?
_Peyton es un idiota.
_Lo sé. Y tú también lo sabías desde antes de comenzar a salir con él, y sin embargo, algo de él te gustaba.
_No era algo de él. No sé si tengo una razón específica. Simplemente estaba enamorada. Quizás no era algo, era todo. Pero las acciones duelen. Y lo que él me hizo me dolió muchísimo.
_Las acciones, por más dañinas que sean, no hacen que cambien los sentimientos.
Pensé. Estoy feliz con Jackson, me río, disfruto, la paso bien, pero igualmente siento un vacío que no se llena. Una vez leí que las personas sólo se enamoran una vez en la vida, y el resto de las veces sólo están buscando a alguien que las haga sentir igual de bien. Es posible que sea eso lo que me pasa. Porque es increíble que sabiendo que él está con otra, y yo estando con otro, aún es mi último pensamiento antes de dormir. Porque es increíble que aún sonría cuando pienso en él. Porque el me hizo sentir increíble. Porque él fue increíble.
Pero ahora no sé qué sentir. Llegué al punto en donde no me entiendo ni yo. Porque digo algo y pienso lo contrario. Porque me obligo a odiarlo cuando en realidad lo amo. Y siento que no lo puedo amar sabiendo que él ya no me ama. Pero igual lo amo. Y no sé por cuánto más podré aguantar todo este amor que me sobra, este amor que es para él. Necesito hablarlo, y a la vez no. Necesito saber qué el piensa, pero no necesito que me diga que ya no me quiere. Quizás me siga queriendo, pero quizás no. Y si no, ¿yo que hago? ¿Cómo voy a soportar ese rechazo? Ya suficientemente lastimada estoy como para que me lastimen una vez más. No sé que hacer. Estoy en guerra conmigo misma.
La voz de Sabrina me sacó de mis pensamientos y me llevó a la realidad.
_Sarah, ¿me oíste?
_Si, perdón.
_¿Entonces por qué no me respondes?
_Porque no sé que responderte._Hice una pausa_ Creo que sigo enamorada de Peyton.
_Por supuesto que debes seguir enamorada. Las grandes historias de amor son difíciles de olvidar.
_¿Y con Jackson que voy a hacer?
_Habla con él. Dile lo que sientes. La verdad, sin herirlo, claro.
_¿Y como digo algo hiriente sin herir?
_No lo sé. Yo te prometo que te voy a ayudar.
Le agradecí. Ella es verdaderamente lo mejor que tengo en la vida. La abracé muy fuerte, y ella me abrazó a mí. Juntó todas mis piezas rotas. Fue el abrazo más sincero que me dieron. Me dió el abrazo que hacía mucho tiempo venía necesitando y nadie se atrevía a darme. Un abrazo sanador. Eso fue todo. Eso bastó para saber que nunca la quería perder.
Sonó el teléfono de Sabrina. Era su padre pidiéndole que regresara a casa. Le obedeció desganada. Me despidió, y a mis padres. Cuando se fue, me senté en mi escritorio y comencé a escribir un poema de... ¿despedida? Pensé en Jackson y en cuánto lo quería, y también en Peyton... No me alcanzan las palabras para expresar lo que siento por él. Es como si nunca se hubiese ido de mi vida... Como si, por más veces que lo haya intentado, él seguía ahí, tan encendido como el primer día. Porque aún estando distanciados, es el nombre que más escucho en mi cabeza. Y aún estando con otro, es el único en el que pienso antes de dormir. No puedo olvidarlo porque todavía lo amo. Y estoy totalmente negada a renunciar a este amor que siento por él. Pero ahora, antes de volver a intentar algo con Peyton, debo acabar todo con Jackson. Tomé una hoja en blanco y un bolígrafo, y escribí desde el corazón, con el corazón. Era un poema de despedida, pero también contenía mucho amor, el mismo que él me había estado dando todo este tiempo. Doblé la hoja, la guarde en un sobre, y en el escribí un simple "De Sarah, para Jackson". Caminé hasta su casa y lo hice deslizar bajo la puerta. Toqué el timbre y me escondí detrás de un arbusto, como buena cobarde que sé que soy aunque no quiera admitirlo. Abrió y miró hacia la calle, me escondi mejor. Me aseguré de que haya cerrado la puerta, me paré y comencé a caminar hacia el bar más cercano que encontré. Sólo me senté en un sofá bordó, no bebí ni comí nada. Antes de irme, saqué mi celular y le mandé a Sabrina el poema que en esos momentos estaba en manos de su destinatario.
_«Este adiós no maquilla un hasta luego
este nunca esconde un ojalá
estas cenizas no juegan con fuego
esta ciega no mira para atrás
este notario firma lo que escribo
esta letra no la protestaré
ahórrate el acuso de recibo
estas vísperas son las de después
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir
este pez ya no muere por tu boca
esta loca se va con otro loco
estos ojos no lloran mas por ti.»
_¿No te parece algo exagerado? Porque a mí sí_Cuestionó mi amiga.
_La poesía es exagerada._Le respondí firmemente.
_Ok. ¿Qué piensas hacer cuando te conteste?
_No lo se aún. ¿A qué te refieres con "qué piensas hacer"?
_Te conozco, quiero saber si mantendrás tu postura o caerás a sus pies apenas te mire con esos ojos tan maravillosos que siempre les ves a los chicos con los que sales.
_Ja ja, que graciosa eres.
Debo admitir que si me hizo reír, porque me conoce tanto que sabe hasta cómo voy a actuar ante cada situación. Pero debía mostrarme segura, así que mantendré mi postura hasta las últimas consecuencias.
_No me digas que no tengo razón.
_No lo haré. Ya no hablemos de mí, ¿si? Cuéntame de Bradley.
_¿Por qué nunca quieres que hablemos de ti?
_Porque me interesa saber más a mí de ti que a ti de mí.
_¿Crees que no me importas?
_No dije eso.
_Pero sí que no me interesas. ¿O me lo niegas?
_O te lo tomes tan en serio, Sab, no quise decirlo así.
_¿Y cómo quisiste decirlo? Además, ¿cómo quieres que no me tome en serió que mi mejor amiga crea que soy una egoísta?
_Ya, deja de distorsionar las cosas, yo no dije (escribí, en realidad, estamos hablando por WhatsApp) nada de eso.
_Bueno, ahora yo distorsiono las cosas... Está bien, quizás lo entienda mal, no puedo si no escucho tu voz ni veo tu rostro.
_Entonces paremos de discutir.
_No estamos discutiendo, es sólo un intercambio de opiniones.
_Sabrina, suenas como mi madre cuando me dice que no es un reto y luego me castiga por un mes.
_¡Deja de compararme! Y no me digas que no me estás comparando porque sí lo estas haciendo.
_¡Dios! ¡Relájate!
_Estoy relajada, ¡tú me alteras!
_¿Yo te altero? ¿Ahora es mi culpa?
_Yo no dije eso.
Ninguna de las dos envió ningún mensaje por unos minutos.
_¿Sabes qué?_Rompí el hielo_ Olvídalo, no tiene sentido discutir contigo.
_Contigo tampoco.
_Bien.
_Bien.
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buSCada (Brabrina-Sadley)
FanfictionSabrina es una fría y manipuladora adolescente de 16 años, su padre la obliga a trabajar en la empresa más codiciada del pueblo. Bradley es un gentil y divertido joven de 17 años, ama ir al colegio y ayudar a su papá en el trabajo, él es dueño de la...