II: Amienemigos

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Relata Sarah

Hay cosas en la vida que uno no olvida nunca. Momentos, fotos, regalos, personas. Sabrina es una persona que llegó a mi vida para quedarse para siempre. Nos conocimos a los cinco años, y yo se que mis hijos le van a decir "tía". Recuerdo el primer día que la ví, yo era nueva en Villey Green, no conocía a nadie. Estaba en preescolar, y me llamó poderosamente la atención esa niña rubia de ojos claros que me saludó con un tierno "Hola, ¿quieres ser mi amiga?". No pude decir que no. Al contrario, le respondí con un "sí" con una gran sonrisa, nos tomamos de las manos y fuimos a jugar al patio. Desde ese día todo hacemos juntas. Yo se todo de su vida, y ella todo de la mía. Ella deja que su papá la obligue a seducir hombres para hacer negocios, y aunque a mi no me parece correcto (y no pierdo oportunidad de decírselo), la acepto tal cual es. Yo salgo con un actor de Disney y mis papás no saben nada, ella siempre me dice que tarde o temprano se lo tengo que decir, pero respeta mi postura del "por ahora no". Ella es mi gran confidente, y yo soy la suya. Tengo otras amigas, pero ninguna como Sabrina. Yo soy su única amiga. Soy la única que no le habla con miedo a que se ofenda y me asesine. Se que Sabri no podría hacerlo. No a mí. Y no por nada. Cuando asesina es obligada por su padre, no porque ella quiera.

Hoy a la tarde estábamos en casa y llegó Bradley, el hijo del Dr. Perry. Me sorprendió. Por lo visto a Sabri también. Pero yo, que la conozco mas que nadie en esta tierra, ví algo en sus ojos. Un destello, un brillo especial, un poco llorosos, y transmitían mucho amor. Muy pocas veces ví a Sabrina así. En realidad, no recuerdo alguna vez que la haya sentido tan plena. Probablemente, fue la única vez que miró a alguien con el amor con el que miró a Bradley.

Relata Sabrina

"¿Que hace Bradley en la casa de mi mejor amiga?" pensé. Pero no dije nada. Él tampoco. Tuvimos un silencio incómodo. Corto, pero incómodo, y a la vez satisfactorio.

_¿Y eso?_Dije para romper el hielo

_Un perro_Me respondió

_¿Es tuyo?_Le dije mientras acariciaba las orejas y la cabeza del animal_¡Es re lindo!

_Gracias... pero, no es mío. Es tuyo.

_¿Mio?

_Si, un regalo. ¿Nunca te han hecho uno?

_Si, pero nunca me dieron un perro. Además, ¿por qué tú, que ni siquiera me conoces, me lo darías?

_Me parece que te conozco lo suficiente como para saber que lo único que deseabas era tener una mascota.

_¿Y como sabes eso? ¿Me googleaste?

_Eres graciosa_Dijo entre risas_No, no te googleé. Sólo te observé.

_¿Por cuánto tiempo? ¿Pusiste cámaras en mi casa?_Miré hacia todos lados, buscando una cámara. Bradley nuevamente rió.

_No, tampoco. Lo sé. ¿Quedamos así?

_Esta bien

_¿Puedo pasar?

_Mmm..._Mire para adentro, donde estaba Sarah, asintió, pero no sabía qué quería este chico, así que dije que no._¿Por qué no vamos afuera mejor?

_Esta bien.

Saludé a Sarah, le susurré al oído que si no volvía en media hora me llamara, tomé mi celular, mi campera, y salimos. Bradley parece un buen chico. Ese es el problema. Los buenos chicos no se buscan a una asesina demente. Además, es el hijo de la máxima competencia de papá, ¿y si solo se acerca a mí por interés? No lo se, prefiero mantener la distancia.

buSCada (Brabrina-Sadley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora