III: Confesiones

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Relata Sabrina

  Mientras hablaba con Cameron pude ver algo de celos en los ojos de Bradley. Me gusto eso. Me divirtió. Me parece que me estoy enganchando en su juego de seducción. Claro, por que yo también estoy jugando. Cameron no me gusta. O sí, no lo sé. No lo sé ahora. Sólo se que yo a él si le gusté. Y eso me puede ayudar a darle celos a Bradley... ¡Esperen un momento! ¿Acabo de escribir "darle celos a Bradley"? ¿No quería demostrarle que tan poderosa era? ¿Me estoy enamorando de la competencia? ¿Que no era solo diversión? Me parece que estoy empezando a sentir otra cosa, debo hacer algo. Pronto.

Relata Bradley

  Volvimos de la plaza riendo a carcajadas. Me sorprendió lo divertida que es Sabrina. Aquí es conocida como "malhumorada". Siempre parece estar enojada, pero se que su padre solo la quiere para seducir. Hablando de eso, debo continuar con mi plan de enamorar a Sabrina. Hoy estaba muy seguro de que estaba cerca. Pero después de acompañar a Sabrina a la casa de Sarah y me saludara muy fríamente quede sorprendido. Me veía cerca de mi objetivo, y sentía que había retrocedido bastante. “El recital de Bruno Mars” pensé. Sabía que esa era mi oportunidad. Así que apenas llegué a casa me dispuse a pedirle a mi papá que me pidiera dos entradas en primera fila. Lástima: Cuando llegue estaba durmiendo. Eran las nueve de la noche y ya estaba durmiendo. Mi papá siempre va a la cama temprano, pero tarda en dormirse. Pero me di cuenta que todo el trabajo lo había vencido. Comí algo que había quedado, me di una ducha y me recosté a pensar en como seguiría mi plan, hasta que me quede dormido.

Relata Sabrina

  Amaneció un día hermoso. Me desperté por las babas de Penny que caían en mi cara. Normalmente me hubiese enojado con el ser que me haya despertado, pero cuando lo ví, sonreí y lo besé. Estoy enamorada del regalo que me hizo Bradley. Sí, del regalo, no de Bradley. No, no, y no. Como sea, sigamos. Me levanté, y mis papás me esperaban para desayunar.

_¿Ya estás despierta?_Dijo mi mamá_Iba a esperar cinco minutos para ir a verte

_Ahora tengo un nuevo despertador_Respondí mirando a Penny

_¿Se puede saber por qué de la nada Sarah te dio un perro?_Dijo papá con todo su malhumor mañanero.

_Porque sí, papá, es un obsequio.

_¿Y por qué no te quedaste a dormir a casa de Sarah?

_Porque la están arreglando.

_Bueno. Dale, desayunemos ahora.

_Y que tu despertador no me ensucie la alfombra_Agregó mamá para querer hacer un chiste.

Intento fallido. Nadie rió. Y comimos muy incómodamente. Papá gruñó durante todo el desayuno. Se quejó porque el tocino estaba crudo, y los huevos aplastados. Se quejó porque el café estaba frío y se había roto el microondas. Se quejó porque Penny se echó en sus pies. Se quejó porque yo lo defendí. Se quejó. Se quejó y me dijo que no servía para nada. Agarré a Penny y una campera y salí de mi casa. Lloré. Llamé a Sarah y le dije que estaba yendo a verla. Se preocupó porque le hablaba llorando. La tranquilice. Corté. Penny hizo fuerza para abajo y se cayó de mis brazos. Estaba bien, porque se paró y salió corriendo rápidamente. En ese momento comenzó a llover como si estuviese en una película de Hollywood. Comencé a buscar a mi cachorro mientras gritaba su nombre. Corrí en dirección a donde él había ido. Pero como la calle estaba resbaladiza, me caí y raspe mi rodilla contra la acera. Me senté y comencé a llorar. ¿Por qué todo debía salirme tan mal? Lo único bueno que tenía era a Penny y ahora esta quien sabe dónde. Mientras estaba lamentándome por no haber traído la correa de mi perro, un auto frenó en donde yo estaba. Adentro había un señor de más o menos la edad de mi padre. Bajó la ventanilla, vio en el estado paupérrimo en el que estaba y me ofreció ayuda. “Sube a mi auto, mi mujer esta haciendo chocolate caliente, de paso puedes secarte” me dijo muy amablemente. Le advertí que había perdido a mi cachorro, me dijo que lo buscaríamos en el camino.

buSCada (Brabrina-Sadley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora