Especial

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Aria salió de su casa a paso acelerado y en apenas cinco minutos ya se encontraba en frente de la puerta de los Maxwell. Antes si quiera de tocar el timbre, alguien abrió. Era Jason, estaba con su cazadora de cuero en la mano y con el ceño fruncido al verla. No la esperaba allí.

- ¿Qué haces aquí? - Aria, al oír esas palabras de la boca que hacía tiempo veía con ganas de besarla, le dio un puñetazo en el pómulo derecho - Eres idiota - respondió él, mientras la daba un empujón al pasar por su lado para irse.

Aria cerró la puerta y subió escaleras arriba. Fue directa al pasillo derecho, puerta izquierda. La habitación de Lex.

- Te escribí que no hacía falta que vinieras - dijo él aún de espaldas.

- Ni lo leí, solo vine deprisa - respondió ella, mientras se acercaba a verle la cara.

Le quitó de las manos el alcohol y el algodón y ella misma se ocupó de limpiar la sangre de la ceja derecha y del labio partido. A ella misma le dolía la mano, por el puñetazo mal dado a Jason, pero no se quejó.

Lex estaba sentado en la cama y Aria de rodillas en el suelo, mientras limpiaba con cuidado la cara del que en su momento fue su desconocido. No dejaba de dar vueltas a lo mismo.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué, qué? - preguntó él con una mueca de dolor al hablar.

- El Instagram.

- Es que no lo entiendes - se tiró hacia atrás en la cama y murmuró al techo - Me gustas desde siempre, Aria.

Se tumbó en la cama a su lado, mirando hacia él.

- Me gustabas - dijo ella en voz baja.

- ¿Ya no? - preguntó Lex, con cierta desilusión en la mirada.

- No lo sé.

Ella se acercó cuidadosamente y le tocó la cara con la mano, se fue acercando poco a poco y a Lex la respiración le varió, haciéndose más acelerada cuanto menos espacio había entre ellos. Él no se creía que esto estuviese pasando. Ella quería comprobarlo.

Ambas bocas se juntaron. Aria notó un sabor metálico por la sangre que aún seguía en el labio, pero no se apartó al contrario, sintió algo que nunca antes había sentido. El puso se le aceleró y en su estómago no había mariposa, sino dinosaurios. Necesitaba más, le necesitaba a él.

- Aria... - dijo él separándose.

- Perdón - contestó ella, sintiéndose mal, por si le había hecho daño.

- Quiero esto mucho más que tú, pero quiero que estés segura de ello.

- Lex, contigo me siento... - dudó unos segundos - Me siento yo.

Él se lanzó a sus labios, como si fuesen su mayor vicio, en cierto sentido, lo eran. El beso se intensificó y cada uno intentaba expresar en él sus sentimientos, aclarar sus dudas y sobretodo vivir el momento.

- Te quiero - susurró Lex contra la boca de Aria.



No es un capítulo como tal, es más bien un... ESPECIAL. Espero que os guste, tenía que narrarlo para que entendieseis mejor que pasará en los siguientes.

Por cierto... Estoy preparando otra historia corta... Cuando suba la sinopsis os avisaré para que os paséis a ver si os gusta la idea.

VOTAR Y COMENTAR AMORES.



Mi desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora