Mi Amado Mejor Amigo.

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Mirana POV

~La madrugada antes del juicio de divorcio~

-Diablos!- tiré el despertador por los aires al ver que eran las 05:49 de la madrugada -Tendré más ojeras, esto no puede estar pasando..-.

No pegué un ojo en toda la noche preocupada por lo que podría pasar, se que Iracebeth quiere sacarle todo lo posible a este divorcio, y tiene los medios, que es lo que más me preocupa ¿y si lo deja en la calle? ¿ y si de veras le quita todo? - creo que será mejor que empiece a prepararm.. Bayard! Ven aqui, cariño! Ven con mamá - mientras hacía señas a mi fiel mascota para que se subiera a la cama me senté en la mísma y me puse mi bata de seda blanca (cortesía de Tarrant, para variar) y empecé a planear todo mi laargo largo día.

~media hora más tarde~

-Creo que terminé- en lo que me parecieron siglos logré elegir un vestido que no fuera demasiado casual o demasiado formal, y que por supuesto era de un color blanco marfil, terminé de rizar mi cabello, y de maquillarme ligeramente, puesto que suficientemente blanca para mi piel como para agregarle maquillaje, pero volvamos al punto, ordené los papeles que necesitaba y cuando; sorprendida de que aún fuese tan temprano; estaba a punto de sentarme con un libro en el cómodo sofá que me regalaron por mi graduación mi telefono comenzó a sonar - Diga?; Si, ella habla; cómo que reprogramaron la maldita audiencia!?; si, lo siento mucho, sé que no es culpa suya, está bien a que hora? Claro, ya mismo lo llamo; muchas gracias, hasta luego- me dejo caer en el sillón y espero a calmarme tanto como me es posible antes de llamar a Tarrant - por qué siempre me tocan las malas noticias?-.

Marqué el número de la persona con el peor humor de todo Londres y puse mi mejor cara, aunque nisiquiera pueda verlo, para darle los buenos días a el Grinch.

Quién- Brama por el teléfono la voz más hermosa y a la vez más atemorizante que he oido en las últimas horas.

También me alegra oír tu dulce voz por la mañana, querido - Reí como una idiota, pero no me importa, me hace gracia pensar en su cara de frustración por despertarlo de algún hermoso sueño.. con ella- buenos días Chérie, siento haberte despertado, solo quería avisarte que reprogramaron tu audiencia, acaban de llamarme, es en una hora, adiós!

Volví a reir solo de imaginarmelo corriendo de un lado para otro con las prisas, maldiciendo a mi hermana, colgué y me apresuré a mi auto, convenientemente vivo a 10 calles de el tribunal.

-Dos cafes negros y un trozo de esa tarta de manzana.. tiene canela?- Trato de concentrarme en cosas triviales como la canela en la tarta para calmar los nervios, mientras repaso todos los mantras que me sé para poder luego calmar a Tarrant- uno de los cafés con toda la cafeina que encuentres, por favor.

~ 45 minutos después en el tribunal~

-Llegas justo a tiempo, la jueza ya estaba preguntándose porqué no llegabas- mentí y le ofrecí mi mejor sonrisa para calmarlo mientras le daba su café, que de milagro seguía caliente- Iracebeth está aquí hace veinte minutos, ella..

-Ella qué, hermanita?- cómo diablos hace eso? Hace dos segundos estaba hablando con su abogado en el otro lado del tribunal y ahora esta aquí, lanzandome el humo de su asqueroso cigarrillo a la cara y haciendome perder valioso tiempo con Tarrant, tiempo en el que podría haber calmado sus nervios, haberlo distraido.. pero.. no.- Creí que mi padre te había enseñado que no se habla de la gente que no está presente, Mirana.

Vete al Diablo, cabezota, mal teñida y mentirosa! -También me alegra verte, hermana- soy patética. Sonrío como si de veras quisiera a esa cualquiera y solo consigo espetar - sabes que no se puede fumar aquí, verdad?.-

Tarrant, mi caballero andante desde que tengo memoria de conocerle, me ofrece su brazo y me mira con esos hermosos ojos verdes cargados de una mezcla entre el asco que le tiene a mi hermana y la admiración que me tiene por soportarla, como ya me ha dicho- Mirana, ya es hora, nos vamos?- Sonríe y no puedo más que aferrarme a su brazo mientras termina de hablar ignorando completamente a mi hermana -necesito tomar un poco de aire fresco antes de entrar, realmente estas cosas me ponen de los nervios!- ¡Toma ya!; me río, no se si por su comentario o por la cara de fastidio de mi hermana siendo ignorada, y me voy del brazo de mi mejor amigo a dar un par de vueltas por los pasillos mientras termina su café antes de entrar al juicio más largo de mi vida.



Adios, Querida Alice..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora