Ganador.

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Tarrant POV

Por favor, que ya acabe. Fue lo que pensé, no, suplicaba. Ya estaba cansado y si no acababa en cinco minutos terminaría tomando mis cosas y cediendo todo a Iracebeth. Solo que había un pequeño problema, Mirana no me dejaría salir de la sala hasta que el juicio acabara.

Iracebeth estaba sentada al otro lado junto con su abogado, aunque Mirana y yo sabíamos que tenían más que una "relación profesional". Me compadecía de Ilosovic Stayne, el abogado de mi ex - esposa. No, en realidad no sentía compasión de una persona como Ilosovic Stayne. Él era una horrible persona, se aprovechaba de mujeres ingenuas y divorciadas como Iracebeth y les quitaba el dinero para gastarlo en prostitutas y alcohol. Era de esos hombres la mayor escoria del mundo que sólo pensaba en sí mismo. Por lo que sabía ahora, Iracebeth había logrado "conquistarlo" pero todos sabíamos muy bien que Stayne la dejaría sin nada.

Mi abogado me dijo hasta los acuerdos que tenía que llegar con Iracebeth para tener un trato justo. El juez nos hizo poner de pie, preguntando si había un acuerdo entre las dos partes. El pobre hombre llevaba este caso desde hace más de unos 4 meses. Los aplazamientos por orden de esa cabezona hicieron que caso simple se retrasaran años, además, cada vez que se retrasaba significaba una generosa suma de Euros que yo debía pagar. Mirana siempre me repetía que pronto todo acabaría y yo sería libre pero cada vez creía menos eso.

-Si - respondí sin pensarlo. Mi abogado se agarró la cabeza y masajeo sus sienes. El pobre hombre ya estaba muy estresado, teniendo que llevar un caso difícil, tener que aguantarme y encima aguantar los aplazamientos por culpa de Iracebeth. Mi abogado asintió mientras que el juez nos miraba entrecerrando los ojos.

Stayne conversaba al oído de Iracebeth, al parecer no pararían hasta dejarme en quiebra.

-abogados, acérquense - mi abogado se aliso su traje y se dirigió al tribunal junto a Stayne. Al parecer les pedía que ya no exigieran aplazamiento ya que este resulto ser un caso muy largo. Cada uno volvió y tomo asiento.

- no te preocupes, Tarrant. Ya ganamos - dijo acomodándose la corbata. Me gire para ver a Mirana quien me sonreía y vocalizaba que ya faltaba poco. En realidad, poco me importaba el dinero, podía mantenerme solo, yo no necesitaba tantos lujos y la mayoría de cosas que habíamos adquirido mientras que estuvimos casados ni siquiera me gustan, todo fue adquirido por simple capricho de Iracebeth.

- ahora que las dos partes se han puesto de acuerdo. Procederemos a leer las acciones que les quedan al Sr. Hightopp y a la Sra. De Crims. - el juez le dio pase a un señor de traje gris con lentes. Este se levantó y empezó a leer unos papeles.

- Al Sr. Tarrant Hightopp se le otorgara el 65% de las acciones financieras. La casa en Londres, el auto con matricula.... - leyó lo que me pertenencia y luego leyó lo que le pertenecía a Iracebeth.

- este caso está finalizado. Buenos días señores - se despidió el juez y se fue.

Salí del tribunal y me despedí de mi abogado quien me dijo que pronto nos reuniríamos a tomar un café. Mirana me esperaba afuera. Se paró de puntitas para hacerse ver. Se veía tan adorable. Su vestido blanco la hacía parecer una reina. Cuando se dio cuenta de que estaba ahí me regalo una cálida sonrisa y corrió hasta mí.

Iracebeth pasó por mi costado junto con Stayne. Ambos me miraron con una mueca horrible plasmada en el rostro y se dirigieron a la salida dando zancadas.

-Felicitaciones, Tarrant. Me alegro mucho por ti. Por fin acabo todo eso - me abrazo y le devolví el abrazo - bueno, campeón. Tenemos que irnos. Me acaban de informar que te esperan, asi que será momento de irnos - me entrego una bolsa en donde se encontraba un poco de botana. - supongo que tienes hambre, porque no comes mientras yo conduzco -

- pero... ¿y mi auto? - dije mientras me obligaba a subir al asiento del copiloto.

- tranquilo, yo vengo por el después. Te necesitan ahora mismo allá - encendió el carro y salimos del aparcamiento - ¿Qué te parece si te invito a cenar esta noche para celebrar? ¿Qué dices?

- como me conoces, Mirana. Sabes que jamás rechazo una buena cena - me sonrió mientras el carro avanzaba por la autopista.

Adios, Querida Alice..Donde viven las historias. Descúbrelo ahora