Capítulo 5- Una noche de insomnio, la sombra de la muerte. (maratón 1/3)

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Kid se quitó la camiseta algo temeroso, cuando se giró se encontró con los ojos de Nozomi, quien miraba su herida sin realizar ninguna expresión.

-Te he dicho que no mires, idiota.-Le regañó tirándole un cojín a la cara, después del impacto, el blando objeto cayó lentamente del rostro de la pelinegra, quien sin más, comenzó a reírse, por lo que Kid la miró confundido.

-Me acabas de recordar a una niña pequeña avergonzada.-Dijo entre carcajadas, al imaginarse a Kid con dos coletitas y un vestido. Cuando la risa cedió, ella le miró volviendo a fijar su ojos en la cicatriz.-Si de verdad piensas que eso me puede dar asco, es que tienes una idea equivocada de mi, he visto demasiadas cosas como para que me asqueé algo con facilidad.-El pelirrojo la observó con intriga, ya que seguía sin saber nada de ella y su pasado.

-Bueno, chica misteriosa, vete a dormir ya, yo dormiré en el suelo.-Le informó el capitán.

-No, si lo prefieres, yo dormiré en el suelo.-Insistió Nozomi cuando se escucharon unos golpes en la pared que conectaba con el camarote donde se encontraba Killer.

-Acordasteis dormir juntos y dormiréis juntos.-Gritó para que le escuchara ambos, aunque Nozomi y Kid no fueron los únicos que le escucharon. En aquel momento se oyó una puerta abrirse proveniente de donde dormían las dos amigas de la pelinegra, y de nuevo se escuchó una segunda puerta, pero desde donde estaba el enmascarado, más tarde lo único que se oyó fueron golpes, lo que quería decir que ambas le estaban dando una paliza a Killer.

-¿No te puedes estar calladito?-Se escuchó la regañina de Saori, finalmente ella y Akame volvieron a su habitación.

Tras aquel incomodo momento, Kid y Nozomi se miraron metiéndose en la cama sin decir nada. 

-Tus amigas están locas.-Le susurró.

-No, solo tienen una personalidad difícil de comprender.-Respondió Nozomi también susurrando mientras se le escapaba una risa nerviosa.

-¡Os hemos oído!-Se escuchó los gritos de ambas, enfadadas. Entre ambos hubo un incomodo silencio mientras intentaban reconciliar el sueño.  

Minutos más tarde se escuchaban los ronquidos de los nakamas de la habitación de al lado y también los de las amigas de Nozomi, en el otro camarote.

-Oye... Kid ¿estás dormido?-Preguntó la pelinegra rompiendo el silencio. El pelirrojo claramente estaba despierto, aun así fingió no estarlo, así no contestando a su nakama.-Kid...¿estás dormido?-Volvió a preguntar mientras le sacudía el hombro.-Kid ¿estás dormido?-Repitió de nuevo haciendo que el pelirrojo casi se cayera de la cama.

-¡¿Cómo quieres que esté dormido si no haces más que llamarme?!-Preguntó cabreado.

-Que bien, estás despierto.-Dijo con una amplia sonrisa.

-Esta enana...-Murmuró cabreado.

-No puedo dormir, ¿jugamos a algún juego de palabras? Aunque teniendo en cuenta lo imbéciles que eres, perderás.-Opinó pensativa.

-Mira enana, vuelve a insultarme y te tragas la pared.-Le regañó cabreado haciéndola reír.

-Kid.

-¿Qué?

-No consigo dormirme, vamos a jugar.

-¿Eres consciente de lo mal que suena eso?-Preguntó incrédulo.

-No.-Contestó de forma inocente y sin mentir.

-Pues suena muy mal, así que cállate y duérmete.

-Pero es que no lo consigo, juguemos a un juego que hasta tu puedes hacer.-Propuso, él la miró de reojo esperándose el juego más estúpido.

-¿Palabras encadenadas?-Preguntó molesto.

Tratando de olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora