Tratando de olvidar

Capítulo 11-Las palabras de Kid

Kid observaba con ferocidad a Yami mientras amenazaba con las toneladas de metales que controlaba a su alrededor.

-Oh, oh, eso es peligroso.-Murmuró Yami impactado.-Es poderoso... sin duda, tonta no eres, pobre infeliz, engañado por ti.

-Cállate.-Masculló cabreada.

-¡¡Monstruo!! ¡Nos vamos-dan!-Intervino Sakura apareciendo de la nada.

-¿Por qué?-Preguntó molesto.

-Porque-dan... hmmm... Sakura se  pregunta cual es la respuesta-dan, ¡ah si! Sakura cree que es por el pequeño detalle de que morirás aplastado, cortado y agujereado por toneladas de metal-dan, así que suelta a la princesa, nos tenemos que ir ¿o acaso piensas que escaparás de él-dan?-Preguntó señalando a Kid, quien estaba listo para atacar. Kuroyami se quedó mirando al pelirrojo pensando en las posibilidades que tenía para vencerlo, y obviamente eran mínimas.-Mira, Sakura se va antes de que a esas les venga la idea de atraparla-dan, si quieres morir, hazlo-dan, a Sakura le da igual, total, un estorbo menos-dan, vámonos Neko-kun.-Yami se quedó unos segundos más pensando hasta que la soltó con brusquedad para más tarde huir junto a la joven del pelo rosa y el chico gato.

-¡Nozo-chan!-Gritaron al unisono sus amigas, dirigiéndose a ella para abrazarla, mientras Kid suspirando aliviado dejaba todo en el orden.-Nozomi-san...-Murmuraron una vez que se separaron de ella con rostro terrorífico.

-¿Por qué nos has ordenado no actuar?-Preguntó Saori.

-¿Tú te puedes hacer una mínima idea del pedazo de infarto al corazón que nos iba a dar?-Continuó Akame.

-Pues...-Murmuró Nozomi mientras intentaba gatear para atrás.

-Dejadla, lo importantes es que está a salvo, hay que valorar su valentía y en su fuerza de voluntad por aguantar la paliza que le dio ese miserable.-Intervino Kid dirigiéndose a ella con un rostro sereno, mostrando una cálida sonrisa. Se agachó poniéndose de cuclillas a escasos centímetros del rostro de la chica, mientras todo el mundo le miraba sorprendido por escuchar unas palabras tan comprensivas, positivas e inusuales en él, saliendo de su boca.

-Kid...-Murmuró Nozomi sorprendida y emocionada, cuando de repente su cálida sonrisa se convirtió en otra terrorífica y malvada.

-¿De verdad pensabas que iba a decir eso?-Preguntó mientras la  cogía de la cabeza.-¡Maldita enana, siempre tienes que hacerme preocupar, eres peor que una niña pequeña! ¡Tonta, inmadura, irresponsable, tonta, tonta, tonta!-Gritó mientras frotaba su puño  en el cabello de la joven.-¡Masoquista estúpida! ¡Tanto te centras en tus inexistentes pecado, cuando creas unos nuevos haciéndonos preocupar tanto a todos! ¡¿Qué hubiera pasado si no hubiera llegado a tiempo?! ¡¡Todos estaríamos destrozados!! ¡Por tu culpa esta vez no hubiera sido capaz de levantar cabeza! ¡No sabes lo que duele ver morir a alguien a quien quieres! ¡No te haces una mínima idea! ¡Deja de pensar en ti misma y en lo desgraciada que eres y empieza a vencer tus pecados haciendo feliz a los demás en vez de torturarte! ¡Nozomi, vive, ya hubo una persona que por culpa del pasado no puedo vivir, sólo estaba encerrada en la venganza y que no se merecía nada, sólo dolor y al final ella murió, provocó un gran dolor en todo el mundo y yo me volví más cruel, estaba vacío por dentro, ese sentimiento me abrasaba! ¡Por eso no permitiré que mueras, porque todo se calmó gracias a ti y a esas dos pesadas y a toda la tripulación, y si sigues así volverá a aparecer y no quiero eso!-Le gritó con los ojos rojos y húmedos mientras le sacudía los hombros.-Así que vive, no desperdicies más tu tiempo en gente tan inútil y cruel, que no se les puedes considerar humanos, tu familia sólo quiere producirte dolor, y lo consiguen, pero es que te lo provoca a ti y a los de tu alrededor, así que si quieres dejar de hacer daño, deja de hacerte daño a ti...