Capítulo 1-Mis pecados, intentando olvidar.

934 65 5
                                    

Tengo que confesar que ser una buena persona no entra dentro de mis valores: robar, matar y destruir, son palabras que se utiliza muy a menudo para definir lo que hago. Pero en realidad por mucho que lo intente, no puedo sentirme mal por ello, por eso se puede decir que soy una mala persona, una bestia, un monstruo...

Muchos hablan del karma: si haces cosas malas, te ocurrirán cosas malas... eso no pasaba conmigo, hacía lo que quería cuando y donde me apetecía, era libre, por mucho que me dijeran que me detuviera yo continuaba. De lo que no me di cuenta es que eso no era realmente la libertad, y eso me lo enseñó ella.

Al final como todo llega en esta vida, el karma cayó sobre mi de la forma más dolorosa que pudo ser, arrebatándome a una de las muy pocas personas más valiosas que he conocido, a una mujer que me importaba más que a mi mismo. Ella fue todo y al final acabó siendo nada, de algo tan solido como el acero de su katana, a algo tan ligero como la pluma de un ángel. Irónico ¿verdad? 

En mi vida he tenido siete pecados:

7-Nacer y venir a este mundo.

6-Aprender a luchar.

5-Comerme una akuma no mi.

4-Convertirme en pirata.

3-Matar a personas, incluida a familias enteras con niños y madres.

2-Robar todo lo que podía y más, destruyendo todo.

1-Y de la única que me arrepiento: dejarla morir...

Con un pie en la miseria y el otro en el poder, sigo andando para intentar olvidar: su cabello rojo, sus ojos de fuego, y su carácter intenso. Que pena que para hacer eso tenga que cumplir más pecados, pero teniendo en cuenta que el karma no me puede quita nada más, y fue este mundo quien me la arrebató, no me arrepentiré de nada.

-Kid...-Escuché un susurro femenino de esa inconfundible voz de Mitsuki.-Kid... despierta.-Pude ver esa tierna sonrisa una vez más para luego despertarme.


-Capitán.-Volvió decir Killer haciendo que Kid se despertara.

-¿Qué quieres?-Preguntó el pelirrojo malhumorado mientras bebía de una botella de sake.

-Es sobre... Mitsuki.

-No quiero saber nada.-Negó mirando a la botella.

-Ha pasado un mes...-Murmuró Killer preocupado.

-¡¿Crees que no lo se?!-Preguntó lanzando el vidrio a una pared llenando algunos muebles de sake.

-No, Kid, no puede continuar así, Mitsuki no le hubiera gustado...

-Deja de nombrarla o te mataré.-Dijo cogiéndole del cuello con los ojos llenos de furia y odio.-¿Cuánto queda para la siguiente isla?-Preguntó soltándole y mirando a otro lado.

-Hemos llegado...-Murmuró mirando al suelo.

-Haberme avisado antes...-Dijo cabreado, saliendo al exterior.-Bien... veamos lo que tenemos aquí.-Dijo riendo viendo a los ciudadanos mirándole inquieto.-¡Vosotros, soy Eustass Kid, y a partir de ahora esta isla es mía, darme todo el oro y sake que tengáis, quien se oponga morirá!-Gritó con una amplia sonrisa psicópata.

Los ciudadanos comenzaron a susurrar entre si, asustados.

-Bien, si no vais a ser rápidos, tendréis consecuencias.-Dijo haciendo un brazo enorme con objetos metálico cuando iba a atacar a una vieja casa donde habían unos ancianos en la puerta, algo detuvo el impacto produciendo una ola de aire alrededor.

-Lo siento, pero esta isla es mía.-Dijo una voz femenina oculta por el enorme puño, aquellas palabras habían atravesado a Kid como una flecha, creyendo haber escuchado a Mitsuki por aquel tono de voz y esa forma de hablar. Él apartó el brazo corriendo, creyendo firmemente que era la pelirroja, pero en cambio se encontró con una chica con el pelo negro como una noche sin estrellas, y unos grandes ojos rojos como el cabello de la difunta chica.

-¡¿Quién eres tu?!-Preguntó furioso.

-Siento mi mala educación, soy Nozomi, la protectora de esta isla.-Se presentó sin bajar la katana.



Tratando de olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora