Capitulo tres

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Julie

La volví a observar mientras tomaba finamente la copa de champagne, la sangre me hervia, ella sólo sonreía y era una perra con todos, Ian y Connor no quitaban sus ojos de encima, lo que hizo que Madison se pusiera furiosa porque robaba la mirada de su chico sobre ella, porque al final del día en donde dormía Connor era en la cama de ella.

―Me encanta como luces tu vestido ―. Dijo ella ahora teniendo mi atención, sonreí lo más que pude

―Ella siempre luce todo genial ―. Respondió Madison encongiendose de hombros

Sonreí ante aquella situación.

―Así que Vera, ¿Qué te traé por aquí? ―. Pregunté juntando mis manos mientras la observaba

―Julie, no es necesario ―. Scott me interrumpió, él sabía a donde quería llegar

―Claro que es necesario, no quiero enterarme que estoy cenando en la mesa con una inmigrante, espera ¿Eres inmigrante? ―. Ella sonrió tratando de calmar el ambiente, pero esto estaba siendo interesante

―Claro que no, como crees ―. Ella me miro amablemente

―Supongo que es lo mejor, ya sabes eso de migrar a tu país por deportación, después iremos a saludar al diputado ―. Suspiró metiendo el último bocado de sushi en mi boca, luego volví a sonreír, Scott no dejaba de matarme con la mirada.

Luego del discurso de mamá decidimos que era hora de irnos de aquí, Madison iba a mi lado ya que aún no le hablaba a Connor, ella estaba realmente molesta.

Entramos al pub Ciel que padecía ser uno de los más exclusivos de la zona, el padre de Ian era dueño por eso nunca tuvimos inconveniente en entrar, al menos yo que aún no llegaba a mis veintiún años.

La música sonaba y con Madison no dejábamos de movernos, Vera observaba todo pegada al culo de Scott. Volví a menear mis caderas y me acerqué a mi amiga para proponerle hacer una ronda de modelaje, ella entendió a donde quería llegar.

Madison camino sensualmente sosteniendo su mano en su cadera, hizo una vuelta y miro a Connor, al llegar al final le guiño el ojo. Después siguió Vera, ella caminaba finamente mientras con sus largas piernas hacia que todos deseen besarla.

El final fue mi turno, me hice lugar en la pista y las personas se amonotaron alrededor mío, si algo siempre ame fue ser el centro de atención. Camine directamente al medio de la pasarela y me gire moviendo rápidamente mi cabello, volví de regreso y en el final baje y luego me levanté lentamente mostrando mi trasero, oí los halagos algunos un tanto groseros pero estaba feliz con mi resultado, me giré a mirar a Scott pero él no estaba, Vera si.

Sonaba Martín Garrix cuando decidí que era momento de descansar mis piernas en la barra, me senté en una de las butacas y luego pedí un Martini con doble vodka.

―Una chica fuerte ―. Mire al lugar de donde provenía la voz de la persona, un chico con traje negro me quedo mirando

―No hablo con desconocidos ―. Dije volviendo mi vista hacia el camarero que traía mi tragó

―Fuerte y misteriosa ―, Soltó una risa . ― Gran combo

Lo observé y vi que aún estaba sonriendo, un rolex de oro adornaba su muñeca y una cadena de plata su cuello, era bastante guapo.

―Este "gran combo"  ―, hice énfasis con mis dedos . ― Se marcha ―. Camine hacia donde de encontraban mis amigos pero su mano me detuvo

―Nos veremos de nuevo preciosa ―. Dijo en mi oído .―Tomalo en cuenta

Aunque su rocé me causó una sensación extraña proseguí mi camino sin volverlo a mirar, vaya tío.

El día amaneció de manera tranquila, Connor se encontraba desayunando con Madison, me acerqué a la mesa frente a ella, tomé mi café dulce y me quedé observando que ninguno de los dos hablaba.

― ¿Qué sucede? ―. Pregunté poniendo la mirada sobre mi hermano

―Papá esta en su despacho enfadado, alguien hizo que el cargamento de hoy saliera mal ―. Me levanté rápidamente de la mesa dirigiéndome al despacho de mi padre.

Si un cargamento nos salía mal, perdíamos demasiado dinero y eso no le agradaba para nada al Sr.Simmons, sobre todo si se trataba de perder dinero.
Entré sin tocar la puerta, se encontraba rectamente sentado en su silla de cuero marrón, observé aquella madera de pino que recubría todo el escritorio, él estaba tecleando en su computadora algo y luego puso su atención en mí.

―Lindo atuendo ―. Dijo mientras observaba mis jeans rotos y la blusa de seda blanca, me acomode en mis tacones color crudo e ignore su comentario

― ¿Qué sucede con el cargamento? ―. Pregunté friamente

―Faltan veinte envíos de cocaína, eso es mucho dinero para perder, ¿Lo sabes no? ―. Me senté en la fina silla de cuero que se encontraba frente a él

― ¿Quién te lo comunicó? ―. Volví a preguntar

―Scott, tiene buenos contactos y sobre todo fuera de aquí, deberás encargarte de encontrar la parte del cargamento que falta antes de que se enteren ―. Asenti, pensando en el presunto sospechoso

―También me dijo que un tal Van Buren esta involucrado, averigua quien es, quiero su cabeza sobre la mesa ―. Lo mire fijamente pero no se retractó, camine hacía la puerta saliendo del despacho

Pero algo siguió sonando en mi cabeza ¿Van Buren? Lo averiguaría tarde o temprano.

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