Doce

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Me senté al borde de la cama. Mi cuerpo seguía intacto pero era como si dentro mío algo no dejaba de romperse. Como si aquellas palabras no dejarán de reproducirse en mi mente. Incluso, hasta podía sentir la presión en el pecho. Podía sentir como mi cuerpo pedía a gritos un abrazo para calmar el dolor y las lágrimas, lo odie tanto.
Él ya no me amaba, y eso dolía tanto como si el maldito infierno quemará tus pies.
Deseaba que Scott jamás hubiera regresado, qué nunca hubiera vuelto a jodernos la vida.

《Estaré ahí en una hora》
Respondí el mensaje de Maddie, y logre meterme en la ducha para encontrarme con ellos, esta era la gran noche donde Ian, dejaba de ser un mujeriego.

La entrada del club estaba repleta de gente, pase inmediatamente para no tener que toparme con nadie, la realidad es que solo venía porque aquel chico era como un hermano para mi, y sabía que esto era importante.
De lejos logre visualizar a Maddie, sobre la barra, hablando con uno de los chicos del lugar. Vera en cambio, colgaba del brazo del maldito de Scott.

―Pensé que era una reunión de amigos ―comenté mirando de arriba a abajo a Vera.

Maddie se colgó de mi espalda para lograr abrazarme, sonreí, sus abrazos eran de lo más cálidos del planeta.

―Luces fabulosa, maldita ―me límite sonreír y abrazarla nuevamente

―Es increíble que sea Ian, él que va a dejar la soltería ―dijo mi hermano, Maddie lo miro con total desprecio

―Deberías aprender, mal no te haría ―respondí hirientemente

―¿Qué paso Julie, no te atendieron bien esta tarde? ―Lo fulmine con la mirada y me límite a responderle

―Tranquilo que eso no me hace falta ―corte la charla en ese instante y mire de reojo a Scott, el estaba mirándome fijamente, mientras Vera lo observaba, me sentí estúpida de nuevo

Me quede paralizada cuando Ian, mi mejor amigo y hermano de toda la vida, entraba de la mano con Elisa Klevezka, algo dentro mío logró romperse por un momento, algo más. De todas las chicas en el mundo, él tenía que estar con mi próxima víctima. Por un momento sentí toda la sangre irse a mi mente y no logre coordinar pasos, me quede estática. Ella me miró, podía apostar mi vida que sabía quién era yo y probablemente no era tan inocente como creí.

Ian me abrazo fuertemente y me agradeció por venir a conocer a su novia, ella me saludo con un abrazo también, yo no pude decir una palabra, alrededor mío todo parecía tan lejano.
Me dirigí rápidamente hacia la barra, y luego de pedir un Martini doble, me senté

―Parece que has visto un fantasma ―Maddie interrumpió mis pensamientos y realmente se lo agradecía

―Es ella, Elisa Klevezka, he matado a su padre y juré que la encontraría y la mataría igual que a él ―no pude contener las lágrimas, una cayó rápidamente por mi rostro

No estaba segura si lloraba porque mi mejor amigo después de eso me odiaria, porque le rompería el corazón a una de las personas que más amaría, o porque si el hombre que amaba estaba con otra frente mío y ya no me amaba, pero algo dentro mío parecía romperse cada vez más.

―Mierda Julie, ven aquí ―Volvió a abrazarme y yo solo deje que lo haga

Luego de mucho baile y fingir que realmente estaba feliz con la nueva novia de mi amigo, me excuse para irme.

La noche estaba totalmente agradable afuera, el cielo estaba más que iluminado, estaba cálido.

―Julie, espera ―La voz de Scott hizo que me girará rápidamente, nos encontrábamos a metros de mi auto, solo quería escaparme lejos de él

―¿Qué sucede? ―Pregunté secamente

―Sólo lo que dije, no era cierto Julie, tu nunca me has dejado de importar ―sentí como si mi estomago estuviera a punto de salirse y mi corazón estuviera siendo pinchado por Muchas agujas a la vez

―Esta bien, de todas formas tu hace tiempo que no eres alguien importante en mi vida ―Ĺas palabras salieron de mi boca por si solas, sin una pizca de dolor, yo sabia que mentía, que probablemente si a Scott le pasará algo yo moriría, pero él nunca tendría el privilegio de saberlo

No me respondió, solo se giro para marcharse y yo me quedé paralizada en el lugar, mi móvil sonó y mire rápidamente. Mi corazón dejo de bombear y por un pequeño momento, en tanto tiempo sentí pánico por mi.

《Ya se lo que quieres, pero yo tengo lo que más amas, fíjate que vale más. E.K》

Esto comenzaba a irse al carajo.

PELIGRO © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora