PELIGRO ©

Once

Julie

Un mes. Eso era lo que había pasado, de no verlo a Scott, de ignorar a Vera. Siempre que llegaban a casa yo me marchaba, cuando sabía que ellos estarían acá trataba de no aparecerme y si estaban pasaba como si no los conociera y fueran invisibles.
Me dolía como el infierno ver ese anillo en su mano, era menos doloroso que me dejaran inválida, pero no lloré, no lloraria más por Scott.

―Está noche iremos a una discoteca, Ian presentará a su novia ―. Que Ian tenga novia era algo novedoso para todos, por lo general él se pasaba de tia en tía.

Sólo asentí y me marché. Tendría que ir a encontrarme con uno de los negociantes de papá. Jones Klevezka, tenía que cerrar un trato, pero eso no era todo. Jones era dueño de una de las mejores aerolíneas de Estados Unidos, mi padre quería esas aviones para él, pero el bastardo no firmaría ni le vendería, entonces está era la excusa perfecta para torturarlo hasta que ceda todo.
Llegué al lugar, era un acantilado a las afueras de la ciudad. Podía ver que estaba parado apoyado en la camioneta, baje rápidamente del coche.

―Señorita ―Dice él mirándome de arriba a abajo, no me inmutó en lo absoluto.

―Supongo que tanta amabilidad se debe a que consideraste el trato que te ofrecimos ―.  Alzó una ceja antes de mirarla fijamente, pero no responde en lo absoluto. ―Nos entregas tus aviones y nosotros te limpiamos de la Policía por el asesinato de tu esposa  ―. Me paro firmemente frente a él y lo miro con total determinación, pero él hace algo que me sorprende, comienza a reírse de mi frente a mis ojos

―Estan locos si creen que les daré lo mío ―. Estoy totalmente furiosa y no tardó en sacar el arma para apuntarle  ―Si me matan, mis contactos harán que el mundo se entere de todos sus trapos sucios ―. La irá sube fuertemente y me empiezo a preguntar como es que él sabe eso. Nosotros somos totalmente cuidadoso, para él tenemos solamente una empresa que es lo que tapa todo lo demás.

―Entonces cariño, déjame decirte que te tendré que volar la cabeza, y después buscar a cada uno de tus inútiles y hacer lo mismo, sin contar obvio a la belleza de tu hija, eso sería descomunal ¿No crees?―. Suelto una carcajada al ver el terror en sus ojos cuando le nombró a su hija, al parecer una adolescente de diecisiete años es más importante de lo que creo

Pero entonces algo me saca de mis pensamientos, un arma aputando mi cabeza, puedo sentirlo, no tibuteo y sigo apuntando al sujeto frente a mis ojos. 

―Si lo matas, te mataré, piensalo muy bien Julie ―. No sé quién diablos es el sujeto que me está hablando pero tampoco logra causarme algún temor

―Hazlo, adelante ―. Largo una risa luego de decir eso ―¿Realmente crees qué tengo algo que perder? ―. Y decir aquello me duele quizá un poco, pero es lo cierto

Siento como prepara el arma para dispararme y quizá veo mi vida en unos segundos, cierro los ojos fuertemente y escucho el disparo.

Me giro al ver quien disparo y el sujeto misterioso que se apareció en mi casa hace un mes y el cual no sabía su nombre se encontraba frente a mis ojos, luego disparo sin piedad al tipo que me encontraba yo a punto de matar.

―Cuanta valentía ―Dice levantando una ceja, para luego sonreír y no puedo dejar de mirarlo, tiene algo que causa cierta fascinación

No digo nada, sólo me acerco a él lentamente para tenerlo segundos después sólo a un centímetro de distancia, y cierro los ojos, puedo sentir como su perfume inunda mi olfato, su respiración acelerada, y también como se acerca lentamente para rozar mis labios. El latido de mi corazón también puedo oirlo, incluso como se me eriza la piel y las ganas de  tocar sus labios se me hacen tan inmensas que dudo que entren en mi cuerpo.

Y entonces me besa, me besa como si tuviera que alimentarse de eso, como si estuviera muriendo de sed y yo fuera lo único que puede calmar eso. Lo beso también con total desesperación y pongo mis manos sobre si cuello, él me acorrala contra su cuerpo con sus manos e incluso cuando siento que no puedo respirar sigo besandolo.

El chillido de un auto me hace sobresaltar y me alejó rápidamente de él cuando veo una luz alumbrando nuestros rostros.

Scott baja del auto y nos queda mirando, luego se da media vuelta para marcharse y se sube rápidamente al auto, me apresuro para subirme al asiento del acompañante aturdida por lo sucedido.

―¿Qué es lo qué haces aquí? ―Pregunto, me siento avergonzada porque me tuvo que haber visto en aquella situación

―Vera me advirtió que algo estaba mal, que este tipo tenía una trampa, pero veo que eso no fue un problema para ti ―Me responde y puedo percibir el desprecio en sus palabras

―¿Qué diablos es lo qué quieres decir? ―. Me encuentro totalmente indignada y la furia aumenta en mi pecho

―Bajate del coche Julie ―Es lo único que dice. Pero no lo hago, y estoy dispuesta a irme junto a él si no responde lo que pregunte

―Dame una maldita respuesta, ¿Qué diablos quieres de mi? ―. Y por un momento siento que me voy a derrumbar de nuevo, me acuerdo del anillo de Vera, de cuando él la llamo "su chica" y el dolor en el pecho aumenta

―No quiero nada de ti, ya no te amo ―. Y me mira con tal frialdad que puedo sentir como el mundo se cae a mis pies.

No digo nada, sólo me bajo del coche y noto que él tipo que bese hace minutos se marchó y nunca estuve tan agradecida de algo.

Me siento adolorida, me duele el pecho y las lágrimas no paran. Me siento enferma y las piernas me flaquean por un momento, estoy segura que está muriendo algo dentro de mi, quizá la esperanza de que él me quería, de que él había regresado por mi y porque quería luchar por lo que dejo aquí cuando se marchó. Escucho el rugido de su auto y se con certeza que se fue, y que me dejo aquí con el corazón en las manos. Siento que no me alcanzan las lágrimas para llorar, pero se que esto es sólo un corazón roto.