El Triángulo de las Bermudas

Capítulo 3

Me dispuse a abrir la siguiente puerta, la cual me encontré con otra sala con el suelo de madera y la pared oscura con una lampara colgando, lo que no me esperaba es que hubieran muchos niños y niñas pequeños/as, y dos adolescentes jovenes.

Estos se asustaron, pero luego se pusieron contentos por un nuevo sueperviviente, yo, y les pregunté que hacían y cuánto tiempo llevaban aquí.

Uno de los chicos me contó que está era una sala de descanso, para no seguir al siguiente portal, llevaban unas horas ahí y no continuaron. Eran también elegidos de este año.

-Debemos seguir, sino, estaremos encerrados aquí para siempre -dije, me daba mucha pena los pequeños -¿cómo han podido pensar en quedarse aquí? Sé que es difícil, pero no debemos quedarnos parados.

-Lo sabemos, pero teníamos miedo de que les pasara algo a los pequeños-dijo el muchacho de mí edad.

-Venir conmigo, yo voy a continuar-dije con una sonrisa que mostraba confianza.

Pensaron y decidieron que era mejor ir todos juntos. Se pusieron en pie y yo habrí la siguiente puerta.

-Por cierto, yo soy Anastasia -me presenté.

Nos encontrabamos ahora mismo en un río sin corriente que solo tenía un metro de altura como mucho de agua, en medio de este río había una montaña de arena y piedras de la misma altura.
Decidimos andar por el agua todos en fila, yo iba la primera, los niños en medio y los dos chicos de mi misma edad atrás.

Estuvimos andando por unos largos minutos, y aproveché para preguntarles como consiguieron pasar por el gran mosquito y la chica.
Me contaron que al mosquito lo encontraron comiendo la sangre de un hombre, aquél que ví, y no pudieron ayudarlo, salieron de ahí. Y a la niña la intentaron encerrar en la habitación donde salió.
Tuvieron suerte, además que eran dos chicos.

Suspiré y miré hacia arriba pensando como pudimos acabar todos aquí.

Me quedé unos segundos mirando hacía arriba...y procese lo que estaba viendo...me encontré con algo espantoso, había gente colgada por los altos árboles, yo no dije nada para no asustarlos.

Me dí la vuelta para ver como estaban mientras seguía andando y a lo lejos divisé una figura grande y oscura.

-Chicos, ya he encontrado a la siguiente criatura -les dije seria.

Todos se aterrorizaron y se pusieron más rápido a correr por el agua, el cual costaba.

Yo avisé que siguieran, yo me encargaría de él; y subí a la montañita de piedras.

Ya estaba cerca, lo tenía justo en frente mía, un monstruo de raíces enormes que hacía una figura enorme.
Empezó a gritar y yo saqué mis polvos pica pica (los tenía todo el tiempo en el bolsillo) y se los eché a los ojos.
Esté se puso a rascarse y a gritar más alto.

Aproveché a romperle las raíces de los pies con el palo afilado.
La criatura ahora tambaleaba, no andaba, asique mi último movimiento fue cortarle las raíces de la nuca y cuello. Se movía demasiado, e hizo que me tropezara con sus largos brazos.
Me levanté con rápidez. Y acabé con él. Dejó de moverse, ante la duda, salí corriendo.

Alcancé a los demás corriendo por el camino de piedras y los ví que me esperaban para entrar al siguiente portal que se encontraba dentro de un gran árbol.