Abrí aquella puerta.
Me encontraba en un pasillo blanco, como los de los hospitales. Odiaba los hospitales.Me dí cuenta que había solo dos puertas :una al fondo del pequeño pasillo de losas blancas, y otra puerta mi izquierda.
La de mi izquierda empezó a abrise sola...de ahí salió una chica...con un vestido blanco, pelo negro y...¡sin ojos! Andaba lento hacía mí...poco a poco.
Esa cosa empezó a chillar de repente e hizo que me pitaran los oídos. Era una sensación muy inquietante.
Se abalanzó sobre mí y comenzó a arañarme con fuerza. Pude deshacerme de ella con un fuerte empujón.
Conseguí dar un paso y con la madera puntiaguda que tenía de antes, conseguí darle justo en el corazón.Dejó de gritar y cerro sus parpados lentamente, la coloqué en la pared.
Fue una rara experiencia, parecía una pelicula de terror todo esto.Escuché abrirse poco a poco la puerta del final del pasillo.
¿Ahora que tocaba? Me pregunté con el corazón a cien.
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El Triángulo de las Bermudas
Fantasía¿El Triángulo de las Bermudas? Ese lugar con un paisaje hermoso y peligroso a la vez...no existe. Si, eso pensé...hasta que llegue ahí.