TODO CAMBIÓ

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Todo empezó una mañana de primavera. Tenía que levantarme para ir a clases. Primero me visto. Elijo una camiseta básica negra, un cárdigan granate, mis jeggings azules y mis botines marrones. De maquillaje opto por polvos, corrector, rímel y brillo de labios.
De peinado me hago una media cola y me hago ondas en las puntas.
Bajo a la cocina y desayuno un cacaolat. Vuelvo a mi habitación y me lavo los dientes, me pongo mi perfume de 1D y mis pulseras tous.

Salgo a la parada del bus y unos minutos después este llega. Paso la tarjeta y busco un sitio. Pero me quedo mirando hacia un chico en especial. Es guapo, de mi edad más o menos. No sé como se llama, pero creo que le pega 'Roberto'. Así le llamaré. Desvío mi mirada y me dirijo a uno de los asientos que hay al principio y que están libres. Siento su mirada fija en mí, y no puedo evitar sonrojarme. Decido escuchar música los 3 minutos de viaje.
Love Yourself de Justin Bieber suena. No puedo evitar mover la cabeza al ritmo de la canción mientras la canto en susurro.
Cuando llego a mi parada, guardo mis auriculares y miro en dirección a 'Roberto'. Está mirándome con una sonrisa plasmada en su rostro, y eso es lo último que veo de él antes de bajar.
Camino durante unos 5 minutos hasta llegar al instituto. Pasa el día bastante lento, y cuando salgo de clases y paso por la parada de la mañana, no puedo dejar de sonreír al acordarme de ese momento. Puede que lo vuelva a ver mañana.

Llego a mi casa y hago mis deberes. Después veo la tele y a las 21:00h ceno. Al terminar, hago mi mochila y me voy a dormir.

Al día siguiente hago lo mismo del día anterior. Mejor dicho, lo mismo de siempre.

Vuelo a la parada y para bien, veo a mi querido nuevo "amigo" 'Roberto'.

Lo mismo pasa durante lo que queda de curso. Miraditas, sonrisas y hasta allí llega todo. Él no da el paso, y yo menos.

Un día en el patio, encuentro su instagram gracias a una foto que publicó un amigo y en la que él sale etiquetado. Entro a su perfil y lo que veo me destroza. Estaba ilusionada con él, me gustaba mejor dicho. Pero resulta que él no se llama 'Roberto' y encima tiene novia. Y tiene mi edad. Y se llama igual que yo. ¿Casualidad? Demasiada.
Mis amigas me abrazan e intentan animarme. A penas lo consiguen.

Pero fuerzo mi mayor sonrisa y se la dedico.
Y desde ese día, todo cambió en el autobús.

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