AMOR SUPREMO

Qué Lindo día hace hoy el sol está ocultándose, sigo trotando y veo como se refleja esa gran masa color naranja en el mar pareciera que se estuviera hundiendo, trotar al aire libre en este boulevard, es lo mejor, da la impresión de que estuviera en otro lugar, y pensar que estoy en una orilla de pleno centro de la ciudad, El Paseo Colon, respiro y sigo trotando, ya he dado unas 5 vueltas, esta es la última por hoy, mañana debo despertar muy temprano debo ir a la universidad y hacer unas cosas, comprar comida, suspiro, creo que está bien por hoy.

-Ho dios las trenzas de mis zapatos están sueltas, digo en voz alta y me agacho para atarlas. Estoy en la horilla de la avenida debo cruzar para tomar el autobús a casa, termino de atarlas y sin pensarlo cruzo siento un golpe en mi cadera y un zumbido ensordecedor me provoca un dolor de cabeza, con mi mano intento tocarla pero me duele el brazo.

-Estas bien, escucho que dice la gente poco a poco me veo rodeada de ellos y entonces comprendo todo, me atropellaron, cierro mis ojos y siento que alguien me levanta del suelo y me coloca en la parte trasera del vehículo. Alguien sube al asiento del copiloto y pone el vehículo en marcha, cierro los ojos nuevamente me duele mucho el brazo y la cabeza, no puedo evitar llorar y siento mi cuerpo temblar, voy a morir, pienso una y otra vez. Escucho al conductor hablar por celular pero no entiendo muy bien lo que dice, baja su mano y luego la pasa por su cabeza.

-Lo siento ya vamos a la clínica, necesito que me digas donde te duele, para yo decirlo en cuanto lleguemos está bien, necesito que te calmes y me digas en donde te duele.

-En la cabeza, me duele la cabeza y también la cadera del lado izquierdo. Le digo más lento que una tortuga pero es que me siento mal y este dolor que no se me quita.

-Ok, y cómo te llamas, vas a tener que darme un numero para avisar. Escucho su voz está muy preocupado y toca bocina una y otra vez sé que intenta llegar lo más rápido posible a donde sea que me lleva.

-Me llamo Amaya y mi número es, dios mío mi mente queda en blanco no lo sé es decir no lo puedo decir, que me pasa, comienzo a respirar agitada, olvide mi numero le digo y comienzo a llorar o por dios no se mi número, siento que tiemblo cada vez más y con el llanto el dolor se intensifica un poco más.

-Ya estamos llegando debes calmarte está bien, me estaciono y busco ayuda, por favor no vayas a dormirte, me dice intentando calmarme entonces siento que el auto se detiene.

Se baja del vehículo, no por favor no me dejes sola, le digo una y otra vez pero no me escucha ya no está aquí, dios por favor no permitas que muera por favor hago mi plegaria.

Abren la puerta y un doctor se soma.

-Buenas tardes, soy el doctor Thomas, por favor dígame su nombre.

-A-Amaya.

-Muy bien dime donde te duele.

-En la cabeza y por la cadera del lado izquierdo.

-Está bien te colocare un collarín y te trasladaremos a la camilla, quizás te duela un poco pero será más fácil revisarte allí está bien, trata de soportar un poco el dolor.

Me pasaron del auto a la camilla fue muy rápido, el doctor comenzó a tocarme todo el cuerpo, sentí molestia en otros lugares no había notado que tenía lesiones allí, en las piernas y mi brazo duele, es insoportable el dolor.

-Te daré un calmante está bien, inmovilizar tu brazo tienes una pequeña fractura.

Necesito que me digas lo que sucedió está bien, me pregunta el doctor.

-Yo estaba atando mi trenzas y me levante había una camioneta estacionada y no mire a los lados intente cruzar la calle y sentí un golpe, luego estaba tirada en el suelo y alguien me trajo, creo que fue quien me atropello.