Capítulo 1

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2D intentaba dormir, lo que era abrumadoramente difícil, pues la cortina de la ventana estaba corrida, con una vista excepcional a la gigantesca ballena que formaba parte de sus pesadillas.

Se encontraba acostado en su cama, cubierto de pies a cabeza por una delgada cobija, y aunque no mirara directamente a la ventana-nunca se atrevería a hacerlo- sabía que estaba descubierta y este hecho lo perturbaba mucho. Lo único que podía hacer era temblar y cerrar los ojos, rezando por un milagro que le permitiera escapar de la isla plástica a la que debía llamar "hogar". 2D suspiró al pensar en esa palabra. Plastic Beach era todo menos un hogar. Un hogar debe de ser un lugar donde te sientes tranquilo, libre, seguro, un lugar donde te puedes relajar y ser tú mismo. Vivir en Plastic Beach significaba temer por tu vida, por los constantes bombardeos y ataques de piratas, significaba estar alejado de todo y de todos, significaba sentirte solo y melancólico. Y para 2D, era una prisión y un infierno.

De repente escuchó pasos. 2D abrió los ojos enseguida, asustado. Sintió la presencia de Murdoc detrás de él.

-¿Qué es lo qué quieres?- Preguntó, malhumorado.

-Ven conmigo- ordenó Murdoc. Su voz se escuchaba autoritaria. Eso iba en serio.

-No quiero y no puedes obligarme

-Claro que puedo- Murdoc empezaba a frustrarse.-Pero hoy no estoy de humor para soportar tus niñerías.

-¿Y qué te hace pensar que yo si estoy para las tuyas? ¡Lárgate!- Exclamó 2D.

-Se trata de Noodle. Y de Russel.

2D se levantó lentamente de la cama, procesando lo que Murdoc había dicho.

-¿Noodle? Pensé que estaba... - la voz de 2D temblaba, no lo podía creer.

-Yo también- interrumpió Murdoc. - Pero puede que esté en peligro.

-¿Y cómo sabes que...?

-Deja de hacer preguntas, idiota. Dime, ¿vienes o te quedas con tu amiga la ballena? Podrías hacer una pijamada... en su boca.

-Cállate.

Murdoc esbozó una ligera sonrisa. 2D lo notó. Y fue un gesto algo raro, pues últimamente estaba muy apagado y- no lo podía creer- algo deprimido.

Murdoc tomó una máscara que se encontraba tirada en el suelo. Era de un color blanquizco, con una gran sonrisa y unos ojos saltones.

-Ten- se la entregó a 2D- Llévatela

2D la miró con rareza.

- ¿Para qué?

-Iremos en el submarino, y puede que en el camino nos topemos con varios peces, tiburones o, tus favoritas: ballenas.

En el submarino, Cyborg Noodle ya los estaba esperando. Estaba parada ahí, inmóvil como un maniquí, hasta que llego Murdoc y le ordenó ir por más armamento.

Cyborg Noodle no le daba buena espina a 2D. Le parecía muy fría, pero en fin, era un robot. 2D miró de reojo a Murdoc- que estaba examinando un mapa- y se preguntó cómo era posible que él, un borracho tan hiperactivo pudiera crear a un ser de alta tecnología tan funcional como Cyborg. Tal vez lo había subestimado. Tal vez era un genio imbécil.

Se le veía muy concentrado mientras observaba el mapa.

-Mudz...- dijo 2D, tratando de sonar casual para no molestarlo- ¿Cómo sabes dónde están Russel y Noodle?

-No sé dónde están.- contestó él, desanimado- Sé que están vivos y que están cerca porque alguien, no sé quién, me envió unos videos de los alrededores. En el primero había una chica con una máscara de gato. Estaba en un barco y unos piratas atacaban con bombas y disparaban desde aviones. Afortunadamente, ella estaba armada y logró escapar.

-Pero si llevaba una máscara...

-¡Estoy seguro de que es ella, estúpido! En el siguiente video aparecía Russel y ella. Russel era gigantesco, no tengo idea del porqué. La cuestión es que la reconoció y están juntos. Pero no sé si los piratas ya se...

-Espera ¿Ru-Russel era gigantesco?

-Si, como del tamaño de Plastic Beach; tal vez incluso más grande, no lo sé. ¿No me crees?- Murdoc lo miró amenazadoramente, luciendo más loco de lo usual.

-Sí- 2D dio unos pasos hacia atrás, casi a tropiezos- ¡Sí! Te-te creo.

Cyborg Noodle regresó cargada de todo tipo de armas.

Murdoc sonrió burlonamente hacia 2D.

-Puede ser peligroso

-¡Pero yo no sé cómo usar un arma!

-Vaya equipo de rescate somos. No puedo visualizarte a ti ni a mí luchando contra piratas asesinos mejor equipados que nosotros y viviendo para contarlo. Y Cyborg no podrá hacerlo todo por sí misma... necesitaremos ayuda.

On Melancholy HillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora