Sorry didn't tell you.

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Esperen, ¿ella...?

¿Ella me estaba echando?

—Mamá. —se resignó Michael, cerrando los ojos como si estuviera tratando de mantener su paciencia.

—Mike, no la quiero aquí.

—Mamá... —repitió.

—¡MICHAEL! ¡YA! —gritó convirtiendo sus palmas en puños.

Madre mía.

Bueno, no literalmente.

Mike me miró entristecido, pero yo giré mi cabeza, ajusté mi vestido, y le indiqué con un asentimiento que estaba bien.

En realidad no estaba para nada bien; no creí que la madre del chico que me gustaba me iba a tratar de semejante manera, pero no tenía más remedio que aceptarlo.

Él fingió una sonrisa, y yo me encaminé hacia la puerta mientras oía cómo discutía con su mamá. 

No entendía qué era lo que había hecho.

¿Acaso le había hecho daño a Mike o a ella?

Ella parecía tan... Normal, antes de verme.

Como si me hubiera visto y se hubiera acordado de que me odiaba, aún sin conocerme.

Estaba casi en la esquina de la manzana de la casa de Mike cuando sentí unos pasos detrás mío.

—¡Addie! —gritó poniendo una mano en mi hombro, obligándome a frenar sobre mis pies y darme la vuelta, para mirarlo a la cara.

Dejando de lado todo lo que había pasado esa noche, Michael se veía realmente hermoso bajo la poca luz que había en la calle.

Agh, yo, siempre siendo tan hormonal.

—Hey. —fue lo único que me atreví a decir, encogiéndome de hombros.

—Lamento lo de mi mamá. —espetó pasando una mano por su cabello.

—Está bien. —respondí.

—No, Ad, no está bien —contestó, cogiendo mis manos y entrelazando sus dedos con los míos—. Pude ver en tu rostro que no te sentiste cómoda frente a ella.

—Prácticamente me sacó a patadas de tu casa. —reí, tratando de restarle importancia al asunto.

—Pensé que se había ido; pensé que su mejor amiga la había venido a buscar para ir de compras. —suspiró, casi reprochándose el hecho de que su madre estuviera en la casa en el momento en que me invitó.

¿Cuál era el problema?

—Mike, no... No lo entiendo. No es tu culpa. —dije poniendo una de mis manos en su mejilla; no muy segura de por qué se sentía culpable.

—Mi madre puede ser... Algo difícil, a veces. —suspiró.

—Pero no tienes por qué culparte por ello. —respondí suavemente.

—No es... No lo... Addie, no... —habló, trabándose con sus propias palabras—. No es tan fácil cómo crees; el vivir con ella —prosiguió, para luego bajar la cabeza—. Mi madre tiene Alzheimer.





gud mornin chiki beibis

ahora, first thing

ustedes se van a preguntar: "PERO, NATALIA, QUÉ CARAJOS TIENE QUE VER QUE LA MADRE DE MAIKOL SEA UNA COMPLETA HIJA DE PUTA CON QUE TENGA ALZHEIMER?"

y aquí, mis polluelas, es donde yo les respondo "PORQUE LAS PERSONAS CON ALZHEIMER TIENDEN A SER APÁTICAS (ACÁ SE DICE ASÍ IDK), ONDA, SE VUELVEN MÁS COMO SI TUVIERAN UN PALO EN EL CULO"

ahre que linda que soy

igual es verdad

tienden a empezar a vivir con indiferencia y a tratar mal al resto; sólo para que lo sepan y para que vean que no me invento estas cosas

me voy a mi cueva a ver the flash chau

las jamo

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