Eva (Diabolik Lovers)

Capítulo 6.- ¿Mukami?

En la noche volvimos a ir a la escuela, mi espalda me traía loca, dolía demasiado, pero tuve que ignorarla, presentía algo malo si llegaba a decir que había pasado.
La limusina estaba en silencio, como siempre. Así que me quedé observando la ventana con la esperanza de... Bueno, miraba la ventana sin objetivo alguno. Cuando llegamos, decidí seguir a Kanato, el cual no me dirigía la palabra o mirada. El salón estaba con algunos alumnos, y como era de esperarse, Kou también estaba ahí, pero rodeado de sus locas fans que no dudo que sean persistentes. Me senté donde debía, y me quedé observando al vacío. Bufo del aburrimiento y salgo del salón.
Caminaba por ahí, observando todos los lugares del instituto, cuando choco con alguien. No caí al suelo, ya que no soy precisamente torpe, así que pude ver a aquel chico con el que había tenido el encuentro: su cabello era gris, llevaba una clase de boina o sombrero y muchas vendas en los brazos, aparte de sus ojos de color exótico y una pequeña cicatriz en su nariz.

—Perdón.— me susurra, para luego irse.

Lo observo, este chico también es de piel pálida, y un poco más alto que yo. Se dirigía a mi salón y estoy casi segura de que él no es mi compañero, de lo contrario lo sabría, así que decidí seguirle y efectivamente iba a donde creía. Yo entré, como si ese fuera mi objetivo, a pesar de saber que solo lo hacía para no verme como una acosadora.

—Kou... Necesito que... Vengas.— al hablar arrastraba sus palabras, casi lo decía susurrando, traía la mirada gacha.— Ruki... Quiere vernos, ahora mismo.

Kou parece sorprendido de que el tal Ruki le llame, ya que de inmediato fue con el chico del gorro.
Tenía curiosidad, quería ir, pero estaba segura de que Kanato se enteraría y enojaría o algo por el estilo. Me vi obligada a quedarme sentada, con total duda.

Cuando Kou vuelve, está solo. Se sienta nuevamente a mi lado y me sonríe.

—¡Hola, M Neko-chan!— actúa como si no hubiera pasado nada la noche anterior, como si nunca me hubiese acorralado contra una pared. Me quedé callada, no debía hablar con él, ya sé de qué es capaz. El rubio movió su mano frente a mí rostro.— ¿Hola~? ¿Hay alguien ahí? ¿Tierra llamando a M Neko-chan~?

Seguía callada, trataba de ni siquiera moverme como si fuera una estatua. Lo que provocó que Kou hiciera una mueca y puchero. Pero éstos fueron reemplazados por una pícara sonrisa.

Me besó la mejilla, provocando que diera un pequeño salto de sorpresa.

—¡Kou, no hagas eso!— exclamo no muy fuerte para que nadie me escuchara. Me cubro la mejilla con la mano.

—No digas que no te gustó.— me guiña el ojo que no estaba cubierto por su rubio cabello.— ¿Te has enojado por lo de ayer? Vamos, no seas así.

—Preferiría no hablarte ahora, ¿de acuerdo?— me limito a decirle evadiéndolo con la mirada.

Me levanto del asiento y Kou también lo hace. El chico me abraza fuertemente, haciendo que mi espalda duela y me debilite repentinamente, para no caer me sostengo de sus hombros mientras que trato de levantarme.

—¿Estás bien, M Neko-chan?— sus ojos me observan retorcerme del dolor en sus brazos.— Vamos, te llevo a...

—No...— lo interrumpo, levantándome lentamente y arqueándome.— No hace falta Kou, estoy bien.

—¿Estás segura?— levanta sus manos y me muestra las palmas de éstas; estaban manchadas de sangre y yo me espanto.

Dirijo mi mano a mi espalda y, efectivamente, mis heridas seguían sangrando.
Doy pasos lentos hacia Kanato, el cual platicaba plácidamente con Teddy. Me apoyo en su asiento y él me mira.

—K-Kanato, debo ir a la enfermería.— susurro mientras que siento como más sangre era derramada.— Mis heridas...

—Me gusta esa mueca de dolor que hace tu rostro.— murmura cínicamente.— ¿No es así, Teddy?

Niego con la cabeza mientras que comienzo a dirigirme a la enfermería en busca de ayuda, pero...

Oh, cierto. Soy nueva y no tengo ni idea de a dónde debo ir.

Comenzaba a entrar en pánico, si volvía a entrar a mi salón, tendría que rogarle a Kou un poco de su ayuda, y no estoy segura de que él quiera ayudarme.
Un chico alto iba pasando por ahí, su cabello era castaño y estaba amarrado en una pequeña coleta. Me le acerco con una mirada de desesperación y sumo dolor.

—P-Por favor, ayúdame.— susurré acercándome a él casi arrastrándome. El chico me observa con preocupación.— D-Debo ir a la enfermería...

No duda mucho, solo unos segundos, para tomar mi brazo y colocarlo alrededor de sus hombros, pero como este tipo es alto, las puntas de mis pies apenas rozan el suelo.
Pasan unos minutos antes de llegar a la enfermería, me recuesta en la camilla que había ahí; observo su brazo, el cual estaba ensangrentado.

—Gracias....— murmuro débilmente, dando mi pequeña sonrisa sincera al chico de ojos cafés.— Soy _____ Hiromi...

—Yuma Mukami.— me sonríe antes de irse. Pero regresa.— Oye, traeré a alguien que te dé algunas vendas para tu espalda, vuelvo rápido.— estaba muy agradecida con éste chico... Yuma...

Aguarden, Yuma ¿Mukami? Entonces es hermano de Kou...

Aléjate de los Mukami...

Cada vez me acerco más al supuesto peligro. Y Yuma va a traer a alguien más, espero que no sea un chico más del que me deba alejar, como lo ha sido con la mayoría de las personas que conozco.

—Ya volví, él es Azusa, mi hermano menor. Te dará unas vendas y verá que pueda hacer.— con él venía el chico de gorro que alguna vez buscó a Kou.

¿Por qué el mundo me acerca a los Mukami, cuando debo alejarme de ellos?

Finalmente Yuma se va, dejándome con su hermano, el cual estaba lleno de vendajes. De sus bolsillos saca un rollo de vendas y me observa.

—_____-san... Te pondré unas... Cuantas vendas... En la espalda.— yo asiento mientras que me siento en la camilla y desato el uniforme, sin quitarme el sostén para no exponerme del todo y, claro, de espaldas a Azusa.

Me coloca las vendas, muchas si soy honesta. Cuando termina inmediatamente me coloco el uniforme.

Capítulo 6 listo~
Espero que les haya gustado ^^
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