Eva (Diabolik Lovers)

Capítulo 11.- Azotea.

MARATÓN 3/3

No sabía si debía temer por el hecho de que Subaru y Kanato no estaban.

—Nera... Discúlpame por todo lo que está pasando. No creí que las cosas saldrían de control.— murmuré mirando a la chica que recién conocía. La castaña sonrió un poco.

—Está bien... Tú no querías que esto sucediera. Pero dime, ¿qué estás pasando exactamente?— me quedé quieta ante su pregunta.— ¿Estás bien? ¿Pasa algo?

—Ni yo sé que pasa... Lo único que sé, es que probablemente muera.— le fui sincera. Realmente ya no había mucho que decir o hacer. Estoy marcada.— Mira, en caso de que terminen conmigo, quiero que tú sepas la verdad. Los Sakamaki y Mukami son vampiros. Por alguna razón, me eligieron a mí para alimentarse. Me llaman Eva y... Ellos han matado a Yui Komori.

—No morirás... Verás como saldrás adelante. Podrán morderte todo lo que quieran, pero no te matarán.— Nera me sonríe, yo también lo hago.

Caminando, nos encontramos con una chica que tenía una marca de mano ensangrentada en el centro de su camisa blanca. Sus ojos eran azules, su cabello negro muy largo, le llegaba a la cintura y era lizo. Era una chica alta, mucho más alta que Nera y yo, solo que era unos centímetros más baja que... Ayato. Bastante voluptuosa, tenía unos senos grandes y sus caderas eran igual. Su abdomen era plano. Tenía una figura envidiable.

—Disculpa, ¿qué te pasó?— pregunté algo espantada. Nera miraba fijamente la mancha en forma de mano.

—Unos tipos... Uno albino y el otro ojeroso corrían golpeándose, traté de hacer algo por detenerlos, pero el más alto me empujó y su mano estaba llena de sangre.—

—¿Sabes a dónde fueron?—

—Los seguí con la mirada, creo que si corremos aún podremos alcanzarlos.— murmuró mirando hacia un pasillo, dando a entender que por ahí se habían ido.

—Te seguiremos... Mi nombre es Nera.— la chica de ojos verdes extiende su mano. Es recibida amablemente con una sonrisa.

—Yo soy Hanon Miyasaki.— la ojiazul nos mostró una linda sonrisa de oreja a oreja. Aguarden... Ella fue quien me ayudó antes. (Capítulo 4)

—_____ Hiromi. Pero no hay tiempo de presentaciones.

Comenzamos a correr detrás de ella. Unos cuantos pasillos después de comenzar a correr, encontré a Teddy en el suelo. Me detengo y lo tomo. También tenía unas cuantas manchas rojas.

—¿Todo bien? Ya tenemos que irnos...— la castaña agita su mano frente a mí, se le entrego y reanudamos a correr.

Escuchamos un desgarrador grito. A medida que corríamos, los gritos se intensificaban y se escuchaban más desesperados. Comencé a correr más rápido cuando escuché algo así como un objeto se rompía, algo de vidrio, barro o cerámica.
En la azotea, había otra chica.

—¡Gabriela!— Hanon exclama acercándose a la chica que estaba en el suelo, con una gran herida en la pierna de la cual brotaba sangre. Esta chica era muy similar a la chica de ojos azules. Tenía un buen cuerpo, y su cabello era algo azulado, sus ojos eran mieles y estaban retocados con delineador, pero éste estaba chorreando por sus mejillas, ya que lloraba desconsolada.

—H-Hanon... Un chico traía una daga... Debes ser... ¡NO!— hablaba tranquila hasta que de repente grita de nuevo.

No entendía que pasaba, pero sentí unos brazos rodearme fuertemente. Uno de los brazos tenía una daga.
Definitivamente era Subaru.
Con la otra mano tomó mi barbilla y colocó el arma en mi cuello.

¿Me matará?

—Sin dudas, serás una muñeca muy linda en mi colección...— para mi sorpresa, la voz me pertenecía a Kanato, no a su hermano menor.

—¡No hagas nada! ¡Tengo a Teddy!—

Aishi exclama mostrándole al oso de felpa.
Puedo sentir como la mano armada del chico comienza a temblar ante la exclamación. Se debilita.
Cuando siento que es mi oportunidad, arrebato la daga de la mano del chico de cabello lila.

—Teddy...— murmura como niño pequeño.— Por favor... Dame a Teddy...

—Nera, debes ignorarlo.— espeta Hanon.— Vamos, no le des a Teddy.

—Nera, es peligroso... No lo hagas.— Gabriela advierte también.

Kanato da un paso hacia adelante, acercándose a la castaña. Ella no hace nada más que abrazar con fuerza a Teddy. Él se acerca aún más, haciendo que ella no tuviese otra opción más que retroceder, pero detrás de ella estaba el borde de la azteca.

—¡Nera!— exclamamos todas salvo la mencionada, tratando de advertirle que está en riesgo.

—Vamos, Nera-chan.— murmura Kanato.

Nera extiende sus brazos, con Teddy en manos. No... No lo hará.
Ella hace una sonrisa burlona y avienta a Teddy a sus espaldas, provocando que el peluche caiga hacia el vacío.

—¡TEDDY!—

En un acto de desesperación pura, Kanato avienta a Nera mientras que él se deja caer. Lo único que vi, fue su rostro de espanto mientras que caía por el edificio.
Kanato también estaba en caída libre, pero él tenía una sonrisa esbozada.

Aishi... Perdóname por todo lo que está pasando.

—¡NERA!— exclamamos las tres mientras que las lágrimas inundan mis ojos. Extiendo mi mano, con la esperanza de que algo sucediera mágico y pudiera tomarla y salvarla.

Me dejé caer en el suelo.
Maldita sea... Esto no puede estar pasando.
Estuve aproximadamente cinco minutos en el suelo, con la impotencia en mis hombros.

Aguarden un momento...
¿Y Subaru? ¿Él no había subido también?

—Gabriela, ¿no has visto al albino?— mis manos se volvieron puños. Tenía rabia, furia, tristeza... Tenía todo, pero estaba vacía.

—Acá está.— esa voz suave y dulce...

Volteo, y ahí estaba Nera, con Subaru.

—¿Qué?— mi sonrisa aparece y mi respiración se agita. Corro hacia ella y la abrazo.— ¡Estás bien! Dios... Me metiste el susto de mi vida.

—Subaru me salvó... Parece que Kanato también lo había empujado. Pero... Los vampiros no pueden morir con tanta facilidad.— soltó una risita ante su último comentario.

Yo observo a Subaru con una sonrisa. Él me sonríe, pero de inmediato voltea su cabeza, estaba sonrojado.

—Gracias... Muchas gracias, Subaru-kun.— lo abrazo fuertemente. Él hace lo mismo.

Él... Yo... Creo que lo quiero, aunque no lo conozca del todo.
Lo quiero, pero no estoy enamorada... Todavía.

Aquí acaba el especial.
¡Felices fiestas!
Necesito que JazzBiel me diga como quiere verse en el fic:'v
Este apena es el comienzo... La intensidad está por venir 7u7
Recuerden... Trae la regla, y es la hora de que Raito aparezca. 7uuuu7