Llevamos tres días caminando en los matorrales, bueno, no son exactamente días; si conoces algo de los desiertos y matorrales, de día hace calor y de noche hace frió, lo que hicimos, la mayoría de las veces fue caminar durante la noche y madrugada, y descansar cuando el calor estaba muy alto, nos descompenso a todos, pero Cian dice que llegamos mañana por la mañana a donde esta el transportador.
Nuestras reservas se están agotando, gracias a dios nadie se ha deshidratado ni lo ha picado ni mordido ningún animal ponzoñoso, por el momento estoy haciendo guardia; ni idea de para que, en unos momentos mas partiremos.
-¿Alguna vez trataste de ordenar tus pensamientos?-lo dice seriamente.
-No, siempre vienen con todas las palabras que escucho y digo-
-Es difícil hablar con tantos recuerdos pasando por tu mente ¿no?-
-Uno se acostumbra- Cian esta sorprendido,
-Ya casi es momento de partir...será mejor que vayamos levantando a todos.-
Son las seis de la mañana, aparentemente, los rayos del sol se empiezan a ver a nuestra izquierda y una zona rocosa se divisa a no mas de tres kilómetros,
-Ahí es donde esta...
-...el transportador—sigue sin gustarme eso de que las gemelas terminen las frases.
-¿Ustedes lo conocían?-
-Por ahí llegamos, Thia-
Se siente un viento muy fuerte, y aunque seguimos avanzando, no me da buena espina, volteo a todos lado, y lo veo, una gran mancha café a la distancia, muy lejos, parece moverse, pero creo que es por el cansancio, seguimos avanzando, quedan menos de dos kilómetros para llegar a las rocas, el viento esta más fuerte y no para, y entonces me preocupo.
-Cian... ¡es una tormenta de arena! Y se acerca muy rápido-
-Debemos de llegar a las rocas, ahí hay grutas, rápido-
Todos empezamos a correr, la tormenta se ve entre las rocas, siento que no avanzamos, corremos mas rápido, trato de no perder de vista donde podría empezar la tormenta, por unos momentos parece detenerse, como si algo la detuviera, nos acercamos lo suficiente, quedan como diez metros y de la nada la tormenta avanza muy velozmente y nos adentramos en ella, cierro los ojos y me cubro el rostro con el brazo, el aire entre sucio a mi nariz y me la cubro con la otra mano, trato de abrir los ojos o ver algo pero no puedo, avanzo con pequeños pasos, el antebrazo cubriéndome un ojo y el interior del codo cubriéndome la nariz, el otro brazo lo tengo extendido, no siento nada, ni nadie, desesperada avanzo mas rápido, prácticamente aguanto la respiración por unos segundos...llevo caminando mas de diez le segundos, lo se, llevo la cuenta mental, entro en desesperación total, mi brazo guía sigue sin tocar nada y no veo ni escucho nada, la arena ya me molesto todo el cuerpo, apresure el paso momentos antes, entonces alguien me toma de la mano, se siente como la de mamá, cálida, pero es mas grande; me empieza a llevar, vamos recto y damos una pequeña vuelta, seguimos avanzando, entonces siento el cambio de piso, ya no se siente flojo y pesado como la arena, sino duro, caliente y con salientes, como rocas, de repente la mamo me suelta, la tormenta aún sigue, escucho voces, me están llamando, las sigo, suenan mas cerca, mis manos encuentra una roca con la cual guiarse, sigo avanzando, las voces cesaron, siento que el camino ya no es recto si no que va bajando, es un poco mas visible ahí, me acuclillo y siento que la mano me empuja del hombro, pierdo el equilibrio y ruedo hacia abajo, esperaba estrellarme contra una roca pero continúe rodando hasta cuando el piso volvió a emparejarse
-Demonios Thia, creíamos que te habías perdido-
-Me duele todo...-mis ojos siguen cerrados, Gera suena preocupado-donde estamos-
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Proyect Memories
FantasyNombre: Thia G.D. Edad: Quince años. Situación actual: Padres desaparecidos, perseguida por el jefe del pentágono, liderando un equipo (aún no se si es de rescate o de ataque), participando en medio de una "Guerra Intergaláctica" y teniendo en mente...