- ¡Ay! - Exclamé, sin poder evitarlo, cuando el Oni movió ligeramente el brazo, rozando mi peluda cola de zorro sin querer. Inmediatamente me puse colorada porque ... Bueno, porque la cola de los animales es una zona especialmente sensible.
El Oni me miró, de nuevo con más expresión de cabreo que nada, y prácticamente podía sentir su intención asesina en su mirada. Suspiré, asfixiada por la tensión. Obviamente no me atrevía a decirle nada, ni siquiera para pedirle que malditamente me bajase al maldito suelo de una maldita vez porque esto era malditamente incómodo y mis instintos no dejaban de gritarme que estaba en peligro.
Salimos del instituto y siguió caminando, prácticamente sin balancearse nada al andar, y yo solo observé su pelo rojo despeinado mientras mi mejilla se daba pequeños golpes contra su pecho a cada paso.
- Ehhhhh ... No sé a dónde vamos pero ... En ... En cualquier caso yo ... Ehhh ... Puedo andar, la verdad. - Conseguí decir, tras reunir mi coraje.
Solo gruñó. En serio, muy fuerte y muy grave, como en lo hondo de su pecho, que tembló con el eco de su gruñido.
Ugh, yo macho alfa coger mujer ahora, ugh. No pude evitar pensar, porque, maldita sea, se estaba comportando como un animal incivilizado y machista. O sea, ¿por qué narices me llevaba en brazos? Ni que fuese un estúpido bebé.
Creo que seguimos caminando como durante unos veinte minutos en silencio, aunque tal vez fue algo menos. Me preocupaba ligeramente el hecho de que ... Bueno, de que un demonio come-personas salvaje y totalmente desconocido me llevase a un sitio que no sabía ni qué era ni dónde estaba, pero tenía la ligera sensación de que este "hombre", o, al menos, macho de la especie en particular que fuese, no era especialmente razonable, adí que lo tenía difícil si quería convencerle de al menos explicarme por qué narices me llevaba en brazos a un lugar desconocido. Al menos podía pedirle el nombre, ¿no?
- Ehhhh ... ¿Cómo te llamas, si puedo saberlo? - Pregunté.
Gruñó. No sé por qué me lo esperaba. En serio, o era bien idiota o sus habilidades sociales se quedaban en el lanzar mochilas a la cara de rubias oxigenadas (por lo cual - recordé - debía darle las gracias más tarde)
- Adrián. - Bueno esto era un cambio.
- Oh, Adrián, bonito nombre. - Dije. - Ah, yo soy Catherine, pero mis amigos me llaman Cathy, así que por favor, solo llámame Cathy también. -
Me miró de reojo como con arrogancia.
- ¿Tienes amigos? - Preguntó.
En un segundo mi cara de indignación creció nivel dios y sentí mis orejas y mi cola erizarse con irritación.
- ¿Disculpa? ¿Lo pregunta el antisocial gruñón? - Le acusé. - Denotó un toque de ... ¡Hipocresía! - Añadí, señalándole con un dedo y una sonrisa triunfal.
Rió suavemente.
- Claro, Cathy, tú sigue pensando eso. - Respondió, condescendientemente.
La verdad tenía una sonrisa bonita. No estaría mal si solo la mostrase más a menudo, porque realmente no era nada feo.
- Bueno, apuesto a que es verdad. - Me reafirmé, alzando mis cejas. - ¿O acaso eres del tipo huevo? - Pregunté.
- ¿Eh? - Preguntó, sorprendido. - ¿Huevo? -
- Sí, ya sabes. - Respondí, y luego viendo su expresión de confusión decidí explicarme. - ¿Duro por fuera y blanduzco y como baboso por dentro? -
- Los huevos son frágiles. - Dijp, dudoso.
- Las fachadas también. - Contrarresté. - Oye, en serio, ¿tienes amigos? Porque, quiero decir, sin ofender, pero pareces del tipo héroe machote que dice 'no te inmiscuyas en esto pequeña, yo trabajo solo'. - Añadí, poniendo mi voz grave.
- Acghk, acghk, acghk. - Hizo ese sonido. En serio, exactamente ese sonido.
- Ehhh ... ¿Te encuentras bien? ¿Te estás muriendo? ¿Quieres que me baje? En serio que puedo andar. - Dije, preocupada.
Solo aumentó la intensidad y el volumen de sus "acghk".
Fue ahí cuando me di cuenta de que él se estaba, contra todo pronóstico y a pesar de todo, riendo.
Mis cejas subieron hasta salirse de mi cabeza de la sorpresa.
- Ahhhhhhhh ... ¡Por eso nunca te ríes! Es porque tienes un antepasado mapache y te sale ese sonido tan raro cuando te ríes. - Exclamé.
Me dio un cabezazo de frente.
- Ay, ay, ay ... - Protesté.
- Idiota. - Declaró, con cara irritada, mientras miraba hacia otra parte. ¿Es posible? Adrián estaba ... ¿Avergonzado?
De repente me pareció el mapache más achuchable del mundo. Oh, él sí era tipo huevo.
Woohoooo! Nuevo capítulo en tiempo récord, sí señores! Esto es un nuevo logro en la historia de logros de MissBowen ^^ ! Bueno, bueno, bueno, ahora pasemos a lo importante: ¿qué tal va la historia? El personaje tipo huevo os gusta o los preferís malotes enteros? Ah, y sabed que todavía nos faltan dos nuevos chicos por conocer! De momento cuál os gusta más? Ah, y muy importante!!! La personalidad de la protagonista! ¿Está bien o la queréis más ruda? ¿Igual más amable y sensible? No sé, no sé, por favor comentad y decidme lo que pensáis.
Ah, y aunque no tengo fecha para subir intentaré seguir pronto, pero entre los otros libros y el instituto me cuesta mucho escribir, sobre todo capítulos largos. Haré lo que pueda y dejaré un aviso en mi tablón cuando vaya a subir.
Bueno, creo que casi nadie lee los avisos al final de los capítulos, pero aún así gracias a todos por vuestro apoyo, sobre todo a karla_eor que me anima con sus comentarios. Gracias! ^^
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Ocho lobos y un zorro
FantasiaVivir con ocho chicos adolescentes es difícil, sobre todo cuando todos ellos son hombres lobo salvajes, o mejor dicho, muchachos-lobo, porque ninguno de ellos supera los veintidós. Y más que nunca cuando eres una chica, y aún más cuando no eres una...