Otra vez llegando tarde.
¡El autobús que debí coger salió hace como una hora! Todo es culpa de mi madre.
¿Cómo se le ocurre pensar que un chico de mi edad puede vivir solo? Es estúpido.
Corro como si no hubiera un mañana hasta llegar a la parada. Revisé que el siguiente autobús no se me haya escapado.
Aún quedan cinco minutos para que pase. Me relajo y miro a mi alrededor para curiosear un poco mientras dejo pasar los minutos.
Pero no pude evitar congelarme al toparme con esos ojos verdes.
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La parada del autobús
Short StoryElla siempre cogía la misma parada de autobús, a la misma hora. Él va una hora antes. ¿Y si un día a él se le hace tarde?