Tu sonrisa se coló en mi mente todo el día.
No puedo dormir. Mejor doy un paseo.
Paso por delante de la parada, simplemente por sentir esas revoltosas mariposas al pensar que podrías estar ahí.
Pero nunca imaginé que estarías.
Me quedé como idiota mirándote de lejos. Tu mirada estaba perdida en la carretera.
Hasta que el chico llegó. Tu amigo.
Mi corazón comenzó a palpitar más de lo debido, provocando cierto nerviosismo.
El chico intentó hablarte, pero tú lo empujaste. Te fuiste de ahí caminando deprisa, dejando al chico solo en la oscuridad de la noche de un miércoles.
Sigo preguntándome que pasó.
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La parada del autobús
Kısa HikayeElla siempre cogía la misma parada de autobús, a la misma hora. Él va una hora antes. ¿Y si un día a él se le hace tarde?
