¿Sabes? Le hablé de ti a mi madre, porque ella siempre sabe que hacer.
Me revuelves por dentro.
Cuando te veo mi corazón irradia felicidad, y no creo que eso me convenga.
Al minuto puedo estar bien, y al siguiente puedo ahogarme en un mar de tristeza.
Todo depende de cómo estés.
Mis nervios se acumulan y mis piernas tiemblan.
Es difícil lidiar con eso.
Es difícil lidiar con que me gustas.
¿Sabes qué contestó mi madre?
Que si eras para mí, solo cabe esperar.
Ojalá seas para mi.
ESTÁS LEYENDO
La parada del autobús
Short StoryElla siempre cogía la misma parada de autobús, a la misma hora. Él va una hora antes. ¿Y si un día a él se le hace tarde?