Ibas hablando con un chico cuando notaste mi mirada. Tus ojos desviaron su trayectoria hacia mi, lo que me hizo ponerme nervioso.
Bajé la mirada y me concentré en la carpeta que cargaba en mi mano derecha, hasta que el autobús llegó.
No me di cuenta hasta que el conductor me gritó.
"Eh chico, ¿subes o te quedas?"
Subí, y me senté dos asientos detrás de ti y tu amigo. No pude evitar mirarte.
Creo que no fue tan malo que me retrasara, después de todo.
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La parada del autobús
Short StoryElla siempre cogía la misma parada de autobús, a la misma hora. Él va una hora antes. ¿Y si un día a él se le hace tarde?