Sabía que eras diferente, pero no sabía hasta qué nivel.
Eres divertida, linda, espontánea y callada.
Hablas mucho pero no cuentas nada.
Eres todo una caja de sorpresas, Danielle.
Hoy mientras comíamos, te pusiste dos papas fritas en la boca, y dijiste.
"¿Qué? ¿Me parezco a una foca o no?"
Yo estallé en carcajadas y lo afirmé. Después te imité y ambos comenzamos a comer como dos niños pequeños.
Después, al despedirnos, dijiste.
"Me caes muy bien, Ethan. Deberíamos repetirlo."
Y llenaste mi depósito de felicidad para toda la semana.
"Cuando quieras, Dani."
Respondí. Me diste un beso en la mejilla y emprendiste el camino a casa, mientras yo me quedaba a contemplar como tu melena rubia se mezclaba entre la multitud.
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La parada del autobús
Short StoryElla siempre cogía la misma parada de autobús, a la misma hora. Él va una hora antes. ¿Y si un día a él se le hace tarde?