Llegué a la parada temprano, y me sorprendió verte ahí, leyendo.
También escribías.
Me senté sigilosamente y susurré.
"Buenos días".
Tu me miraste y sonreíste débilmente.
"Días. Hoy no hay buenos." Respondiste, y me dolió.
"¿Puedo preguntar por qué?"
Y cerraste el libro.
"Mi novio. Él se fue sin avisarme de nada. Se mudó a Italia, con su abuela."
Mi corazón dio un vuelco. Tienes novio. No supe que decir, y solo dije un inútil lo siento.
"No es eso lo que me duele, ya no es nadie para mí. Pero la noche que me enteré de su partida..."
Y rompiste a llorar.
Odio que lloren, no sé que hacer. Si abrazarlas o dejarlas solas.
Opté por lo primero.
"No llores..." Susurré.
ESTÁS LEYENDO
La parada del autobús
Short StoryElla siempre cogía la misma parada de autobús, a la misma hora. Él va una hora antes. ¿Y si un día a él se le hace tarde?