Capitulo 10

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-¿Cómo que donde voy a dormir?- Preguntó Alex sin entender la pregunta.

Minho le miró con una sonrisa divertida.

-Hay camas dentro de la acienda, pero normalmente todos dormimos fuera. Solo los enfermos duermen bajo techo.

Alex pensó en lo que el chico acababa de decirle.

-¿Y cuando hace frio o llueve?- Le preguntó.

-Aquí no llueve, peque. Y siempre hace la misma temperatura.

Alex se sorprendió con lo que le había dicho. Aunque no recordara su vida, ya sabia qué eran el clima y las estaciones. No entendía como en un lugar podía hacer siempre el mismo clima. Después recordó que alguien los había puesto en ese lugar, les había borrado la memoria y además los observaban. Pensó en qué razones podía tener alguien en hacer algo así, y se prometió a si misma que iba a conseguir ser corredora e iba a encontrar una salida para así descubrir la verdad sobre por qué estaban en ese lugar.

Minho se dio cuenta de que Alex no iba a responder, así que decidió preguntarle lo que quería saber de otra manera.

-¿Vas a querer dormir con los demás chicos?- Le preguntó empezando a sonrojarse. -Yo suelo dormir en el bosque, para ver el sol en cuanto sale, esta al oeste por eso... -Dejó de hablar cuando vio que Alex lo estaba mirando con una sonrisa.-¿Qué?

-Me estas pidiendo que duerma contigo. Y te estas poniendo rojo. -Se empezó a reír, lo que hizo que Minho también riera.

-No.- Le pareció que había respondido demasiado rápido e intentó arreglarlo. -Solo digo que no es muy buena idea que duermas con todos los chicos. Es mas seguro que duermas a mi lado, ya sabes que yo no te voy a hacer nada.

-Tienes razón.- Minho se sorprendió con la respuesta. Alex se dio cuenta y intento explicarse. -No me gusta la idea de dormir entre tantos chicos a los que casi no conozco y seguro roncan. Y por supuesto que sé que no me vas a hacer nada.- Le sonrió.

Empezaron a caminar hacia el bosque en silencio mientras que por el camino se encontraban a muchos de los chicos ya tumbados en el suelo, hasta se oían algunos ronquidos. Minho la guió hasta un pequeño claro de arboles. Con la poca luz de la luna, Alex se dio cuenta de que el suelo parecía blandito. Le encantaba el olor a hierba húmeda. Pensó que no podía haber encontrado un sitio mejor para dormir. Minho se tumbó en el suelo y Alex lo imitó.

Estaban a un metro de distancia antes de que Minho se acercara a pocos centímetros. La miró a los ojos y le puso una mano en la cadera.

-Buenas noches, peque.



Maze Runner- Minho y Alex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora