Septimo Capítulo.

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Hay momentos en la vida que tal vez, no sabemos que tan revelantes fueron cuando pasaron, pero que luego de años de lucha, te sientes libre; ves hacia atrás y dices:
"Allí empezó todo"

Camila siempre tuvo miedo a ser juzgada, quizás todos hemos tenido ese miedo. Pero, luego de un tiempo el verdadero "yo" quiere hacerse conocer y te dispones a ser libre.

-No, no pienso hacerlo. No me importa si hablas de mí, si quieres yo te ayudo; pero déjame en paz.

La expresión del chico se veía totalmente túrbida. Y seguramenre sus pensamientos se encontraban igual.

Camila ni siquiera sabía como sentirse, pero algo captó a todo su ser. Sí, era lauren.
Llevaba la misma pinta de siempre, y estaba sentada fumando, algo que también solía hacer siempre.

Camila había ido a la fiesta totalmente decidida, y con un objetivo muy claro. Pero, bueno el temor siempre nos gana.

Así que se puso a pensar, lo que siempre solía ser un gran error. Pensó en que díficil era "ser" en elmundo, porque no estás listo para ser juzgado por "ser".
Pensó en lo subjetiva que era la libertad, y que al fin y al cabo, todos eramos prisioneros.

Y sintió mucha rabia, muchísima. Detestaba su corbardía, porque no era tan valiente como para andar por el.mundo siendo ella, porque ella misma se hacía esclava de su ser, se sentía tan impotente.

Y como solía hacer la gente, decidió olvidar todo por un rato y desquitarse haciendo tonterías, tonterías que a todos nos cuestan.

De pronto, se encontraba inhalando sustancias que jamás había visto y jamás volvería a ver. Bebiendo con descontrol.
Tampoco es que aquello la hiciera sentir bien, y empezaría a bailar como si fuese otra persona. Pero sabía que en cualquier momento podría quedar inconsciente.

El problema es que ese momento no llegó, estaba pasada de copas y drogada, sin embargo, no tuvo mucho efecto. Y se sentió tonta por hacer aquello, pero ya estaba hecho.

Luego, se quedó mirando a Lauren, y una pregunta invadió su mente.
Lauren era no chica guapa, y popular y como muchas no tenía fama de tener relaciones estables. Sin embargo, Camila jamás le vió con novio, o escuchó rumor de que estuviese embaraza o alguna de esas cosas.

Era extraño, pero sus pensamientos estabamos muy aturdidos para ir más allá.
Se acercó al lugar donde se encontraba Lauren y se quedó allí sentada un largo tiempo, y en ocasiones bebía más.

No se había dado cuenta de la hora, eran casi las 3 de la mañana, unos minutos después Lauren le dijo que salieran de allí. Iban camino a casa, una cargaba una botella y otra un cigarrillo.

Sus pasos no eran totalmente firmes, y se reían ante cualquier cosa que dijiesen, decidieron sentarse en el jardín de frente a una casa.
Camila estaba rendida, si algo corría por sus venas era alcohol, el cual empezaba a tomar su consciencia y cordura. Estaba muy cerca de Lauren.

La cuál la veía de soslayo, y reía.
Hay muchos rumores de los efectos del alcohol, algunos dicen que mientras estemos bajo sus efectos hacemos las cosas que desearamos hacer cuando estamos sobrios.

Así que el siguiente movimiento de Camila, fué acercarse más a Lauren, simulando que la besaría.

-Que lástima que sólo hagas estas cosas cuando estás drogada, dijo Lauren con una vaga sonrisa.

Camila rio, realmente estaba perdiendo la consiencia.
Y por un instante besó a Lauren, se separó rápidamente y empezó a reir e igual Lauren, aunque esta última estaba más consciente de lo que sucedía.

No fué un beso mágico, Camila no besaba profesionalmente, no desató una pasión que se pudiese ver, no fué un beso tan siquiera largo.
Pero, en él, había algo.

Había un poco de sinceridad.

Luego, se levantaron y siguieron sus rumbos.
Y lo que realmente importaba ahora era la migraña que tenía Camila, que estúpida fué. Al fin y al cabo, se acordaba de todo lo que pasaba.

No pudo huir de su realidad, y jamás iba a poder. Porque aunque se olvidara de ella, en algún momento volvería a estar consciente, y entonces ahí estaría su realidad. Así que se dió cuenta de que lo mejor era afrontarla.

Lo difícil era saber como, y volvió a sentir tanta rabia. No sabía nada de la vida, no sabía que hacer.
¿Qué es lo que iba a pasar?

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He decidido dedicar este capítulo a Faty, jamás creí que leyese mi historia y además me ha inspirado. 

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