Sexto Capítulo.

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Luego de recibir la invitación, Camila siguió su camino a casa. Pero, no quería pensar en nada. Se sentía herida.

Y no era un dolor físico, iba más  allá. Su alma estaba herida, lo que la hacía ser ella, estaba herido. Y lo que sentía la destrozaba, porque no era algo que puede ver o calmar con una pómada.

A Camila jamás le importó el dolor físico, jamás le tomó importancia. Jamás se había tomado la molestia de dañarse, porque eso sólo significaba recordarse la razón del porque lo hizo.

Es por eso, que cuando hay agreción de una persona hacia otra, las marcas en su piel, los hematomas son utilizados como evidencia.

Porque nos recuerdan y confirman lo que pasó.
Por eso, ese tipo de dolor no vale la pena.

Y por esa razón, decidió dormir hasta el día siguiente, levantarse y  seguir su rutina. Por suerte, el día en el colegio había sido corto. Estaba decidida a no aceptar la invitación.

Por ahora, no quería más desastre en su vida.
De hecho, quería ordenar las cosas, nada volvería a salirse de sus manos.

Miércoles.
Ya había llegado el día, mas Camila estaba decida en no ir. No quería causar más polémica.

Iba dirigiendose a su clase de Química, y por la forma en que se comportaba la gente, sabía que hoy a ser un intenso día
Iba pasando el patio, y no pensaba detenerse, hasta que vió a Lauren con el labio partido, en la banca y todos alrededor de ella haciendo cotilla. Lauren la visualizó, se levanto y dirigió hacia ella.

Camila quiso irse, pero Lauren ya estaba a su lado.
-Supongo que debo preguntar que pasó, Dijo Camila sin tan siquiera mirar a Lauren.

-Fué una situación extraña, pero si insistes, ¿sabes quién es Ally?

-Si lo sé, dijo recordando la chica que le entregó la invitación.

-Bueno, estaba hablando de ella sobre alguien, que posiblemente me atrae. Y empezó a gritar y decirme que no podía ser posible, y me dió un guantazo en el labio, que ya ves... Pero, luego me besó.
Le iba preguntar si estaba drogaba pero se f...

Lauren no había terminado  de contar su historia, sin embargo, Camila se fué dando pasos fuertes, al parecer de Lauren se veía furiosa.
Lo que Lauren no supo, fué que Camila no estaba furiosa del todo, estaba celosa.

Camila salió de allí tan rápido, la ira se propagada en todo su ser. Y cuanto se dió cuenta de eso, se detuvo. ¿Qué le estaba pasando?

Estaba decidida a alejarse que todo lo que causara desastres en su vida. Y ahora simplemente se siente celosa porque una  chica, besó a Lauren.
Estaba jodida, pero tenía que averiguar lo que realmente pasaba entre ella y Lauren.

Por eso, ese día no llegaría cada a dormir para evadir el mundo. Camila iría a la fiesta.
Por supuesto, su plan no iba más allá de una fiesta sobria y estar cercana a Lauren, eso era lo que ella imaginaba.

A la hora del almuerzo Camilia fué en busca de Lauren, la encontró em la misma banca que la vió esta mañana, donde la dejó botada.

Estaba con sus piernas extentidas sobre la banca, y estaba fumando.
Vaya que se veía bien así.

-Lauren, Camila se dió cuenta de lo nerviosa que estaba al oir la manera en que dijo el nombre de la chica.

No recibió respuesta alguna, Lauren volteó su cara hacia ella, y por cierto, tenía el labio bastante herido e hinchado.

-Estos días han pasado muchas cosas, extrañas. La última palabra fué casi un susurro, Camila se lo dijo así misma.
Y bueno, no hemos tenido tiempo de hablar, con claridad. Y quiero decirte que acepto tu invitación, a la fiesta de hoy.

Y esta vez tampoco recibió respuesta, mas si la sonrisa pícara de Lauren. La cual se puso de pie, se acerco a Camila y acomodó unos mechones de su cabello.

-Vale, surruró Lauren y se fué.

Luego de finalizar las clases, Camila fué a casa, no tenía mucho tiempo. Pero, lo que vestiría jamás fué un problema.

Debía salir con bastante tiempo de casa, pues se iba a dirigir al lugar en autobus. Y este momento iba en él.
Debía admitir que estaba nerviosa, no sabía las cosas que podría encontrar allí, y ni siquiera estaba segura si encontraría a Lauren.

Entró al lugar, y era algo parecido al ambiente que esperada. Una fiesta de jóvenes, de esas que en las películas terminan siendo desastrozas.

Llevaba ya un rato divagando, no había tomado nada. Estaba tranquila, viendo el desastre que hacían los demás.
Y de repente, fué empujada a una barra.

-Oye, amiga.

Esa voz la reconocería aunque fuese sorda, y efectivamente, era Austin.
Camila no mencionó palabra.

-Últimamente has estado involucrada en muchos escandolos, ¿cierto? Pero, todo tiene solución.
Te tengo una propuesta, dicho un trato.

- ¿Qué clase de trato? Dijo Camila, ansiosa.

- Tú, tienes que estar conmigo y yo me encargo de que todo quede en el baúl de los recuerdos... ¿Qué dices, bella?

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N.A
Todos deberían prepararse mentalmente para lo que viene. Son cosas fuertes.

Aftermath.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora