Capitulo 10

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Elisa decidió que no quería quedarse en casa esperando a que Sebastián volviera o imaginando a la rubia insinuándose, asi que salió a caminar, tomo un taxi, fue hasta el centro de la ciudad y mientras caminaba por una calle concurrida sintió a alguien acercarse por detrás, al darse la vuelta vio a Brandon con una enorme sonrisa en el rostro, no le dio tiempo de hablar, de inmediato la abrazo y dijo contra su mejilla- Hola pequeña ¿Qué haces por aquí?- esa manera cariñosa de llamarla le recordó tiempos en los que aquel rubio era su único apoyo emocional, se sintió feliz de verlo y separándose le dijo – Hola grandulón, estaba dando una vuelta ¿y tú?- el la miro con ese brillo especial en la mirada y le contesto – pensaba y también decidí dar un paseo, cuando te vi me sorprendió, estas hermosa como siempre – la culpa empaño la anterior felicidad, debía tener cuidado con no darle falsas esperanzas a Brandon así que dijo – gracias y ¿ahora a dónde vas? – el contesto – iba a tomar un trago aquí cerca, ¿vienes? – ella pensó si ir con él y tomar algo o pasear y no dejar de pensar en lo que hacía en ese momento Sebastián, así que se decidió por ir, una copita no le caería mal.

Caminaron unas cuantas calles hasta pasar delante del edificio donde trabaja Sebastián, ella pensó que él podría estar cerca así que acelero el paso hasta un pequeño Bar de paredes blancas y ambiente intimo, entraron y se sentaron en la barra, Brandon le pregunto -¿Qué vas a tomar preciosa?- ella lo miro y sopesándolo un poco contesto – una cerveza light, gracias- el sonrió, le pidió la cerveza al barman y le pregunto con interés - ¿y esa elección?, ese novio tuyo no te deja tomar un poco de ron con un viejo amigo – ese último comentario lo dijo teñido de resentimiento, ella contesto con seriedad – solo no quiero beber nada fuerte, no te olvides de que a mí nadie me dice que puedo o no hacer – el alzando una ceja y con un toque de diversión contesto – lo sé pequeña, solo quería sacar ese genio tuyo que tanto me gusta – esta relajándose un poco y riéndose le dio un golpe juguetón en el brazo, de pronto escucho a una voz conocida pidiendo dos tragos, todo el cuerpo se le puso en tensión y al mirar hacia el lugar del que provenía la voz vio que no se había equivocado, era Sebastián.

Elisa un momento aturdida y al siguiente furiosa vio hacia donde se dirigía; una mesa algo apartada donde la rubia estaba sentada esperándolo- me mintió, ese miserable me mintió- pensó y decidio que no iba dejarse ver la cara así. De pronto Brandon la saco de sus pensamiento diciendo – ¿preciosa estas bien? – esta sacudió la cabeza y contesto con su mejor sonrisa – si solo me quede perdida en algún absurdo pensamiento, sabes que sueño despierta a veces – él se rió y sin previo aviso le acaricio la mejilla con ternura mientras le decía con dulzura – lo sé pequeña, oye y ¿Por qué no fuiste hoy a trabajar? – Ella en acto de reflejo alejo el rostro y contesto – no me sentía bien, pero ya mañana iré – el asintió y dijo – ¿Cuándo actuaras de nuevo? – Está ahora mirando hacia donde estaban el reportero y la rubia contesto – el viernes haremos la última presentación de la novicia Rebelde, Marian quiere que busque algo nuevo para la próxima semana.- en ese momento la rubia se dirigió hacia el baño, no puso cuidado a lo que contesto Brandon, era su momento de actuar.

- Vuelvo en un minuto – se levanto y fue hacia el baño, era un cuarto pequeño para una sola persona, espero a la rubia junto a la puerta, cuando salió la tomo del brazo, la acorralo contra la pared y le dijo – Hola Allison, podrías decir ¿ qué carajos haces aquí con Sebastián? – la mujer al principio sorprendida no hablo pero al reconocer a Elisa, una sonrisa se extendió por su rostro y con altanería contesto – Elisa ¿verdad?, no tengo por qué darte explicaciones a ti, déjame ir – trato de soltarse pero Elisa no dispuesta a dejarla, le sujeto con más fuerza el brazo y le dijo en un tono tranquilo pero amenazante – mira zorrita, conozco a las tipas como tú, asolapadas delante de los hombre. Sebastián es mío, métetelo en la cabeza- Allison intento zafarse de nuevo esta vez con más fuerza, pero Elisa era más grande y menos menuda, tomándola de ambos brazos le pregunto alzando un poco mas la voz - ¿entendido?- La rubia asintió y pidió – suéltame – Elisa la soltó.

la seducción de ElisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora