9. "Pues eso, manos a la obra"

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Friendzone: Capítulo Nueve

-Yo estoy segurísima de que no ha sido Aaron. - Kate ha dicho eso como mil quinientas veces ya.

-Yo no pienso igual, algo me dice Aaron está loco por ti. - Pablo se unió a la discsión, aumentando mi dolor de cabeza.

-¿Os podéis callar los dos? Aaron sería incapaz de hacer eso, si le gustara, me lo diría porque somos amigos, pero no entiendo entonces quién podría ser.

Pablo se incorporó del césped y me miró con la boca abierta.

-A lo mejor ha sido Carlos que quiere conquistarte de una buena manera. Sí, segurísimo que ha sido él, todo encaja.

-Si ha sido ese idiota después de todo lo que le dijo el otro día, voy a matarlo. - Kate miraba al horizonte, con los ojos entrecerrados y muy convencida de sus palabras. Juro que empezaba a darme miedo.

-Olvidémoslo, disfrutemos de la última hora de clase como es debido, no voy a comerme la cabeza por una tontería como esta.

En realidad, para mi no era ninguna tontería, pensaba averiguar quién era, y pensaba que iba a conseguir salir de la friendzone pero que va. Todos los intentos son fallidos. Y aquí comienza mi plan para conquistar a Aaron Bas.

Hay una fiesta, y pienso ir sí o sí. Lo complicado será que me inviten.

-¿Tienes un minuto? - me estremezco ante el susurro en mi oído, y enseguida me doy cuenta de que Aaron está detrás mía.

-Claro - susurré yo también y me levanté ante la atenta mirada de Pablo y Kate.

-Verás, es que tengo que preguntarte algo - se notaba algo nervioso porque no paraba de mirar alrededor, pero mucho más nerviosa estaba yo.

-Ánimo vaquero - me miró a los ojos y sonrió, y como si mi cuerpo lo tubiera calculado, yo también sonreí.

-¿Qué haces el Sábado?

Mi respiración comenzó a fallar, esto no puede estar pasando, ¿me va a pedir salir? ¡ME VA A PEDIR SALIR!

-De momento nada, ¿por que? - intenté que mi voz sonara normal, desinteresada pero a la vez llena de dudas.

-Necesito que me ayudes con una trabajo, no tengo idea ni si quiera de qué hay que hacer.

Suspiré derrotada - claro, no te preocupes.

-¿Sí? - asentí - ¡Gracias, te quiero, te quiero, te quiero! - gritaba mientras me abrazaba.

Mi corazón encogía cada vez que lo escuchaba decir "te quiero" cada vez que me abrazaba o me dirijía la palabra, todo mi cuerpo me agradecía haberlo conocido.

Por un momento de verdad pensaba que iba a hacerlo, pero en sólo un segundo todas las esperanzas se han roto.

La fiesta es el Viernes, tengo un par de días para conseguir que me inviten, y toda una noche para convencer a Aaron de que la friendzone es mala idea.

Si hago algo mal, podré disculparme con él el Sábado, y si todo sale como está planeado, podremos hacer otras cosas.

Pues eso, manos a la obra.

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