Friendzone: Capítulo Trece
Contemplaba atentamente como Aaron escribía en su ordenador, concentrado. No logro comprender como pudo ser tan dulce y tan lindo conmigo anoche, me porté como una idiota y no fue buena idea ir a esa fiesta, pero desde luego, tampoco fue un desastre.
-¿Y ahora qué pongo? - volví a la realidad y cogí el libro.
Aaron me pidió ayuda con un trabajo que tenía que hacer, es mayor que yo, con lo cual, no estamos en el mismo curso, pero digamos que a Aaron no le entusiasma mucho la lengua, y a mi es algo que se me da muy bien.
Señalé con un lápiz lo que tenía que escribir, y volví a mirarlo.
Esta mañana, mientras desayunaba veía a mis padres dirijirse miradas cómplices, sonreirse, besarse y abrazarse, y eso me llevó a pensar sobre el amor.
Admiro la forma en la que mis padres se quieren, el uno es el amor del otro.
De pequeña, y aún ahora, no logro comprender como se puede llegar a querer tanto a una persona.
Lo pensé, y en realidad es increíble como el corazón se apodera de la mente, o al revés. Podemos enamorarnos de alguien a primera vista, o puede costarnos un tiempo, puede que hayas tenido el amor de tu vida delante tuya y ni te hayas dado cuenta, (claro que, teniéndo en cuenta que es el amor de tu vida, lo reconocerías, por que esas cosas se saben).
Mis padres se quieren de una forma poco normal, darían la vida por el otro. Claro que a veces hay peleas, malas palabras o miradas de no mucho amor, pero sin embargo se quieren, ellos hacen que el amor parezca tan fácil, hacen que parezca que encontrarás el amor a la vuelta de la esquina, y no, eso no es así.
Tras esta reflexión, me di cuenta de que me estoy precipitando, de que tal vez, sólo tal vez, todo este rollo con Aaron es simplemente un capricho de niña pequeña. Me emocioné demasiado y está llegando demasiado lejos, ¿qué más podría pedir además de ser amiga de Aaron Bas?
-¡Sofía! - salí de mis pensamientos y me reincorporé.
-Qué.
-Llevo hablando solo media hora - sonreí avergonzada - ¿qué te pasa?
-Nada, lo siento, sólo estaba pensando.
-Bueno, creo que mejor nos tomamos un descanso, ¿quieres algo?
-No, gracias. -Aaron bajó, y yo pensé, que aunque me esté precipitando, tengo que arriesgarme, esto ya está empezado, sería una pena dejarlo mal y medio hecho.
Soy un poco bipolar, lo sé.
Cuando Aaron volvió, se sentó a mi lado en su cama, yo me moví, quedando frente a frente.
-Aaron - me miró - ¿puedo hacerte una pregunta?
-Claro.
-¿Tú tienes algo que ver con la nota de mi taquilla? - entrecerró los ojos y se acercó.
-¿Qué nota?
-En mi taquilla había una nota, un avión de papel.
-¿Y qué decía? - precía interesado, pero estaba decidida a no decírselo.
¿Y si la nota no era de él y hacía el ridículo? ¿Y si se reía de mi por creer que yo le gustaba?
-Nada, olvídalo.
Se encogió de hombros y se tumbó en la cama.
-¿Pero de verdad que no sabes nada?
-No, si supiera algo te lo diría - asentí - alomejor tienes por ahí un admirador secreto que no está dispuesto a salir a la luz.
Le pegué de broma en el brazo.
-No digas tontería, ya no se lleva eso de las notitas de amor.
-¿Pero qué dices? Eso es súper romántico - le miré riéndo - fíjate que estoy pensando que puede que haya sido yo sin darme cuenta.
-¡Aaron!
Me tiré encima de él, dándole con la almohada, los dos reíamos y reíamos.
Puede que haya sido uno de los momentos más felices de mi vida.
Me quitó la almohada y me dió la vuelta, quedándo encima mía, con los brazos a cada lado de mi cabeza.
Nuestras respiraciones eran entrecortadas, y puedo prometer, que estábamos muy, muy, muy, pero que muy cerca.
-Eres hermosa, Sofía, tienes que saberlo - susurró en mis labios - y sabes que en el fondo estoy enamorado de ti.
Lo que sucedió luego, ya te lo imaginas.
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Friendzone.
Teen FictionTodo en mi vida era normal. Absolutamente todo era normal, hasta que él me miró, y me seguía mirando. Y hasta que yo decidí que conquistarlo sería la mejor opción. Ahí fue donde todo dejó de ser normal. ·Historia corta·