Friendzone: Capítulo Catorce
-Bueno, Sofi, nos vemos el lunes.
-Si, hasta el lunes.
-Gracias otra vez por ayudarme, de verdad que no sé que habría hecho sin ti.
-No hay de que, ha sido un placer.
Aaron sorió y me pegó a él, me miró a los ojos y dios, un escalofrío recorrío todo mi cuerpo, seguido de una ola de calor. Eso era lo que Aaron causaba en mí.
Me besó, lenta y dulcemente.
Yo le seguí el beso, como no hacerlo, pero realmente sabía que estaba mal, es decir, Aaron me gusta, pero se supone que somos amigos, a ver, que no me importan las etiquetas, pero me está confundiendo, mis sentimientos están tan mareados que van a comenzar a vomitar si no se decide.
-Te llamo luego - susurró.
Asentí y me di media vuelta, de verdad que me era muy difícil comprender porque Aaron se comportaba así ahora. Y si él no ha sido el de la nota, ¿quién habrá podido ser?
No lo entiendo.
Creo que lo mejor será dejarlo estar, seguirle el rollo, si me besa, pues le beso, si me abraza, le abrazo, ahora que todo va bien, intentemos que sea constantemente así. Me olvidaré de la nota y me olvidaré de todo lo que pueda influirme y hacerme mal.
-Hola, mamá.
-¿Qué tal, cariño? ¿Cómo ha ido el dia?
-Bien - me senté en un taburete de la cocina, mientras la observaba guardar la compra - ¿y los chicos?
-Han ido a ver el fútbol con el abuelo, noche de chicas. - mamá agitó unos botes de helado de chocolate mientras sonreía.
Mis ojos se llenaron de lágrimas - Genial.
-Pero, ¿qué te pasa? ¿por qué lloras? ¿prefieres de vainilla? - negué - ¿fresa? - volví a negar - ¿entonces que te pasa, pequeña? Odio verte llorar.
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Le conté a mi madre todo lo que había pasado con Aaron, le conté cómo me sentía, cómo quería sentirme.
-Oh, cielo, es normal que estés confusa, yo también lo estaría, pero tienes que decirle que te diga las cosas claras, dile que te gusta, dile que te diga si le gustas.
-Ahora parece que todo va bien, me hace pensar que le gusto y que quiere estar conmigo.
-Eso es genial, mi amor, pero tienes que preguntárselo. Porque cabe la posibilidad de que esté jugando contigo.
-Lo sé, mamá, lo sé - suspiré - pero no me atrevo a preguntarle.
-Bueno, si ahora todo va bien, ¿qué problema hay?
-No puedo evitar tener miedo a que todo se estropee.
Mi madre me abrazó.
-Si algo se tuerce nosotros vamos a estar aquí para apoyarte y ayudarte a olvidar todo lo malo, ¿Vale? - asentí - pero recuerda, Sofía, si te quiere no va a hacerte sufrir.
Y si me hace sufrir sin saberlo, ¿también cuenta?
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Friendzone.
Novela JuvenilTodo en mi vida era normal. Absolutamente todo era normal, hasta que él me miró, y me seguía mirando. Y hasta que yo decidí que conquistarlo sería la mejor opción. Ahí fue donde todo dejó de ser normal. ·Historia corta·