Entonces Harry sí está obsesionado conmigo, ¿cómo se quita una obsesión? Quiero que me deje, que se aleje y no me traiga problemas. Pero yo me he buscado todo esto, le prometí que nunca lo dejaría y ahora él quiere hacer que cumpla mi promesa.
¿Qué hago?
Louis detuvo el auto frente a la casa. Fruncí el ceño y lo miré.
-¿cómo sabes mi dirección?
-sé muchas cosas, ____ y deberías tener mucho cuidado, así como yo sé muchas cosas otras personas también pueden saberlo -confesó muy serio
-¿a qué te refieres?
-no lo sé, solo estoy jugando -rió- ni siquiera sé cómo es que conozco tu dirección
-bueno, -sonreí- gracias por traerme
-de nada, solo no le digas a Harry, es posesivo y celoso, pensará que quiero que estés conmigo y luego te amenazará o hará algo, así que no le digas
-está bien, no le diré. Otra vez gracias por traerme, me agradas -sonreí
Él también sonrió. Me despedí de él dándole un beso en la mejilla y luego salí del auto, a los segundos se fue.
Caminé despacio hacia la puerta, no quería entrar y ver esa mirada que dice muchas cosas y me provoca miedo.
Abrí la puerta con cuidado y asomé mi cabeza antes de entrar por completo, no veía a nadie cerca. La luz de la sala de estar estaba encendida, las otras luces estaban todas apagadas y por lo tanto todo se veía oscuro.
Me decidí por entrar definitivamente, no sé por qué quiero esconderme, es esta mi casa y donde debo sentirme a salvo.
Caminé hacia la cocina en busca de un vaso con agua. Me di cuenta que estaba caminando en puntitas, reí en mi interior y caminé normal y tranquila.
No encendí las luces, pues, ya sé la ubicación de las cosas. Serví el agua en el vaso y lo acerqué a mis labios; de pronto sentí una respiración en mi cuello haciéndome dar un brinco y soltar el vaso, éste cayó al suelo y pedazos de vidrio rebotaron.
Me di la vuelta en seguida, estiré mi brazo a un lado y encendí las luces; era Harry quien había respirado en mi cuello y me había hecho tirar el vaso.
-¿asustada? -susurró con una sonrisa asomándose en sus labios
-oh, no. Solo quería ver como andaba la gravedad -dije sarcástica y molesta
Parpadeó y sonrió.
Ladeó la cabeza y me miró fijamente, me hacía sentir indefensa y como si fuera una pequeña cosa fácil de aplastar.
-estaba esperándote -miró el suelo, queriendo acercarse- no sabes cuantas ganas tengo de tirarte a la cama y lanzarme sobre ti
Fruncí el ceño y miré hacia las escaleras, asegurándome que Zayn no estuviera cerca.
-¿cómo te atreves a decir eso? Zayn puede escucharte
-A la mierda Zayn, te quiero a ti -levantó su mano y acarició mi rostro, me moví para evitar su toque
Él dio pasos hacia atrás, alejándose lo suficiente, se cruzó de brazos y cambió su mirada a estar preocupado.
-¿cómo se te cayó el vaso? ¿Estás bien? -preguntó y yo me sentí confundida
-¿qué? ...
-¿qué pasó? Escuché un vidrio romperse -Zayn entró a la cocina, preguntando con el gesto de estar preocupado
