Cuando El Amor Impera

Ni sabe que existo.

Termina el primer bloque de clases en la escuela y un trio de amigos se dirigen a la cafetería, comentando lo ocurrido hasta el momento...

- Ann, Annie, Anita... Anya! Perdoname! Sabes que no fue mi intención dejarte...
- Todo en esta vida tiene consecuencias, Ishida...
- te llamó por tu apellido, estas frito, T.k.
- Ya se! Te... Te hago tu tarea de álgebra toda la semana...
- tentador... Pero no.
- un mes?
- casi, pero aún te falta...
-entonces? Qué quieres?!
- tarea. Un mes. Álgebra, trigonometría y Química... Ah! Y un paquete de gomitas...
- no quieres nada, eh?
-Kari, el hecho de que sea tu novio no te da autoridad para regañarme...
- mi... Mi qué?!
- se aman. Lo sé... No pueden engañar a esta pobre solterona...
- pero ni somos novios...
- ajá, si... Claro. Así dicen todos... Lo mismo dijeron Brangellina y mirenlos! Tienen hijos como conejos...

Con tan mordaces comentarios, la irreverente jovencita finalmente logró sonrrojar a sus dos amigos.

- solterona... Tienes once años Anya, once!
- en serio que eres exagerada...
- no soy exagerada, soy realista. Digo, estamos a nadita de entrar a secundaria y hasta ahorita no he sabido de ningún chico que guste de mi.
- pero...
- pero es que nada.

Es entonces que, sin siquiera notarlo, excepto por una persona, se cruzaron con aquel que vendría a dar tanto vuelcos en sus vidas.

- Annie... Ann... Anya!
- qué? Perdón Kari, me distraje un momento.
- sip. Eso vi. Y vaya con quien... Dejame decirte que no tienes tan malos gustos eh?
- dejame! además, yo lo vi primero...
- qué tanto ven ustedes dos? Ah, Ya veo. Otras dos que le suspiran al prodigio amarguete...
- acercate Ann! Quizá tu lo endulces un poco...
- que yo qué?! No! Ah ah... No. No!
- tranquila, nadie te está obligando...
- no... No es eso... Es... Es que es imposible.
- porqué?
- simple. Soy una tonta, seguro me resbalare con jugo y haré el ridículo como siempre, nadie se ha interesado en mi, sólo tiene ojos para torneos, exámenes y cosas así, no tengo nada de atractivo ni de interesante, ni siquiera me mira y en especial... Ni sabe que existo...
- ay, Annie... No te sientas así, como dicem por ahí... Todo pasa a su debido tiempo. Tú sólo se paciente, si?