¡Regresa Anya!

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Rápidamente llegué al digimundo, y empecé a buscarla; en mi D3 no aparecía nada, pero en las computadoras de mi central... Si. Después de recorrer de polo a polo los mapas es que finalmente doy con ella, no está tan lejos.
- con que aquí estas...
- Ken, qué piensas? Vas a buscar a Anya?
- Callate! Estupida Oruga... Eso no te incumbe. Dije, soltándole un puntapié a Wormmon
- y la vas a buscar asi? Como emperador de los digimon?
- qué mas da, ella y sus amiguitos ya saben la verdad; ya se dieron cuentan de todo...
- espero que esté bien.
- Yo también Wormmon. Yo tambien...
- Ken?
- que mierdas quieres?
- y si Anya... Se muere o le pasa algo? Qué harás?
- no te estoy diciendo que te calles? Ahora, largo... Ni se te ocurra seguirme, o te quedas sin comer hasta que yo ordene! Sentencié, mientras le propinaba un sonoro latigazo en su lomito.
Todo eso era culpa mía, Motomiya me lo echo en cara, Anya está muy mal y no sabemos si se vaya a curar... Que hice?! Que diablos hice?!
Estaba cerca de la ciudad del inicio, uno de lo pocos lugares que me faltaba por dominar, empecé mi búsqueda y es que finalmente un puntito parpadeante en color lila aparece en el rastreador de mi D3; empiezo a caminar hasta que llego a una casita, había dado con ella; entro y soy recibido por 3 sujetos; un hombre de unos 30 años y dos chicos no muy mayores a los niños elegidos.
- qué quieres de este lugar?
- qué nhaces aquí? Nada de esta casa te incumbe...
- en serio? Aquí tienen a Anya okoutsu, cierto?
- no te importa...
- te hice una pregunta, pelirrojo!
- para qué quieres saber?
- ya te dije que no te importa! Dije a la vez que lo empujaba para abrirme paso en ese lugar
- eres un... Tú no te vas a acercar a Anya ni en cien años! Oíste, Ichijouji?!
- solo quiero... Saber como está. Ver que tan bien o... Qué tan mal.
Me detuve en seco al oír que sabia quien era yo. No dije nada mas y entré; a lo lejos escuché que el sujeto de treinta y tantos años les decía que no me atacaran, que me dejaran pasar y ver el daño que había hecho. Que quizá... Eso me haría abrir los ojos.

Llego a una habitación que estaba un poco escondida, y es que por fin la encuentro, está recostada, al parecer está dormida, se ve muy demacrada, cansada y débil. Su brazo está vendado a la altura de donde tenia la espiral maligna, qué fue lo que hice? Me siento al borde de la cama y, tras contemplarla en silencio por unos minutos es que me atrevo a acariciar levemente su mejilla, acto al que ella reaccionó despertando un poco, como si estuviera adormilada o quizá anestesiada, entre abrió sus brillantes ojos y me miró de soslayo, como esas veces en que ves el despertador esperando que aun falten unpar de horas para que suene...
- Ken chan... Susurró.
- si, Annie. El mismo... Respondí en un susurro mucho menor.
Me sonrió levemente, y con la misma se volvió a dormir. Como pude hacer tanto daño?! Yo quiero mucho a Anya, incluso y apenas conociéndola, algo me hace sentir cierto afecto, quizá... Solo quizá es que me recuerda a mi mismo hace algunos años; noble, inocente, dulce y tan... Vulnerable. Vulnerabilidad que tuvo que ver en que mataran a mi hermano, sabía que quizá no libraría esta, yo sabia cuan peligrosas eran las espirales malignas, pero yo mismo desconocía su efecto en humanos...
- Te vas a poner bien, princesita. Te lo prometo... Buscaré como... De acuerdo? Quiero que sigas dándome tanta guerra como siempre... Tan rebelde...
- tú que haces aquí?!
- vaya vaya vaya, creo que eso es algo mas allá de tus interese, o no, Motomiya?
- deja a Anya en paz, y vete... Sentenció T.K. si algo mas le pasa, No te lo perdono Ichijouji! No te lo perdono!!
- si que son necios... Si ya les dije que solo quería verla. Pero en vista de que no entienden por las buenas...
Un chasquido de dedos
- ven, antnomon!
Un enorme "cara de niño" que era una mezcla entre hormiga y cucaracha gigante apareció y empezó a causar estragos en la casa; rápidamente veemon y el resto salieron a enfrentarlo, mientras los niños seguian riñendo dentro de la habitación a los pies de una Anya aparentemente inconsciente que, conforme la discusión subía de intensidad, se alteraba, como en una crisis de fiebre.
- Ann! Annie! Anya, Anita! Gritaba Kari desesperada tratando de estabilizar a su amiga
- Qué le. Hiciste?! Reclamó Davis con los ojos llenos de lágrimas.
- yo... Yo...
El azabache no sabia que responder, puesto que tampoco sabia que pasaaba, fue entonces que la morena soltó un grito o alarido digno de película de exorcismos asustando mas a todos,e incrementando su preocupación...
- como la volvemos a la normalidad? Habla Ichijouji!! Alegaba Yolei mientras lo zarandeaba.
- yo... Yo... No lo se. Sé que reacción tienen, estuve estudiando todo lo que le paso a Anya, pero como hacerla reversible... Aun no lo se.
- no sabes? Y qué piensas hacer?! Qué va a pasar si ella se muere!!
No me había detenido a pensar en eso. Wormmon me había dicho lo mismo, y mi temor a errar y a la muerte me llevaron a tratarlo como suelo hacerlo, me había dolido la sola idea de que Anya muera.
- Anya... Muerta?
- si! Muerta!! Ella esta muy delicada, lleva varios días aquí y no saben que pueda pasar! No quiere comer, es agresiva, no controla sus fuerzas...
- Ken chan... Ken...
Todos se quedaron en shock al escuchar a quien nombraba Anya con tanta insistencia, el mencionado corrió hacia donde se encontraba la morena y, olvidando su pose de todopoderoso, junto con su orgullo e ímpetu, se arrodillo junto a la cama.
- Si Annie, soy yo... Anya... Estas bien, princ...
Anya abrió los ojos de golpe y se sentó, viéndolo fijamente; sus ojos conservaban la tonalidad ambarina de la ultima vez, eso significaba solo una cosa... Problemas.

Cuando El Amor ImperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora