De creaciones y corazones rotos

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Ya pasaron casi tres meses desde que Ken "desapareciera", y, aunque nosotros si sabíamos en donde estaba, qué hacía y que estaba bien; no dejaba de preocuparme por él.
Tres meses en los que también mi confusión ha ido en aumento, puesto que alguien no me dejaba ni a sol ni a sombra. Y que ahora incluso me estaba enseñando a jugar fútbol... Quisiera o no, empezaba a encariñarme de mas.
- lo haces bien, linda; pero te falta algo...
- si? Qué?
- la fuerza viene de aquí, mira ponte así... Y... Me tenía por la cintura, pegada a él, sentía mis capilares trabajando como locos, estaba más que roja y mi corazón latía casi tan desbocado como lo hacia cuando tenía a Ken cerca. Sentía su respiración chocar contra mi cuello, y yo me sentía tan... Puff! - ahora, gira así, y... Patea... Entendido?
- ok... Nos quedamos mirando fijamente, ni siquiera parpadeabamos.
- Anya...
- si?
- te gus... Quieres intentar lo que te enseñé?
- vale.
Se pasó a la portería, lo hicimos y... Gol! Lo había logrado
- y? Que tal estuvo?
- si CR7 fuera una chica, ya tendría una rival de su categoría...
- exageraciones tuyas, Davis. Solo... Me salió, es todo.
- te equivocas, Ann. Eres muy buena, y como no serlo, si tienes al mejor entrenador de todos, o sea yo...
- si que eres modesto...
Dije riendome.
- ah, eso crees? Ven aquí... Empezamos a jugar como solíamos hacerlo, entre jaloneos, manazos y cosquillas, terminó por tenerme abrazada, tan... Juntos, tan... cerca eramos prácticamente de l misma estatura, no hacíamos mas que vernos a los ojos, mas rojos que un par de tomates; debía ser por el ejercicio, si; eso debía ser.
- Annie...
- mmmh?
- tú...
- ...?
- sabias que te ves muy tierna cuando te sonrojas?
- qué? O.o
- en serio... No se porqué no lo habia notado... Antes.
- quizá porque no hacías mas que molestarme y hacerme repelar..
- era divertido... De hecho sigue siendolo.
- pero ahora me caes bien...
- ahora?
- nunca juzgues un libro por su portada, bien dice el refrán... De no caerme bien en lo mas mínimo a ser mi mejor amigo.. Vaya progreso.
- y... De mejor amigo, qué sigue?
- a que te refieres? Dije, sintiendo como me sonrojaba mas y mas; Heidi, quitate que ahí te voy...
- eres muy diferente a Kari... Eso es lindo... Eres ... Extraordinaria, Annie chan...
- qué intentas decirme?
- Ann, yo...
Pero ya no pude saber qué podía ser lo que me intentaba decir, nuestros D3 empezaron a sonar una y otra y otra vez; literalmente dejamos todo botado en el suelo y fuimos directo a la sala de cómputo... Los últimos en llegar, vaya cartel.
- perdón por la tardanza...
- donde andaban, palomitos? Preguntó Yolei con miraditas de complicidad
- jugando fútbol...
- si, eso explica tremendas chapas y la playera a medio levantar, o no Anya? Señaló Izzi
- Por Dios, qué fijones... Dije, volviendo a acomodar mi playera; andábamos todos desfajados por culpa de las cosquillas
Rápidamente nos pusimos frente al monitor, quedandome hasta atrás junto con Kari...
- veo que empiezas a superar al prodigio amarguete... Y vaya con quien. Me dijo en un cuchicheo
- joder, cierra la boca! Total que ya no puedo jugar ni un inocente partido de fútbol con uno de mis !mejores amigos sin que saquen ideas descabelladas...
- pero si lucen súper tiernos... Cosita! Canturreó T.K.
- Te podrías callar, Takaishi? Si según tu somos tiernos, tú y Kari me van a dar diabetes... Tan difícil es decirse que se aman y ya?
- qué?! Pero si ella y yo... No...
- Dejen sus líos amorosos para después, vamonos!
- NO SON LIOS AMOROSOS! dijimos al unísono, molestos y sonrojados.
Una vez que llegamos, se veía todo aparentemente vacío... Qué pasaba?
Empezamos a caminar y buscar porqué nos llamaban, justo cuando creímos que no se trataba mas que de una mala pasada o quizá un error, alguien nos llamaba desde lo alto.
- así que vinieron...
- qué es lo que quieres y porqué nos trajiste?!
- nononono... Qué forma de agradecer es esa?
- agradecer? De qué hablas?
- que ustedes seis son lo afortunados que verán antes que nadie mi creación
- creación?
- ven aquí... Kimeramon.


Cuando El Amor ImperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora