Corazón a corazón. (D.O Kyungsoo.) TERMINADA.

Distintos, pero iguales.

"Ayúdame, por favor."

"Eres un idiota, Do Kyung Soo." Repetía ______ mientras se mojaba el rostro con el agua más fría posible.

A las 7 de la mañana todos lo necesitaban.

"Ayúdame, por favor."

"Lo odio, mierda, lo odio." Decía mientras se servía así misma una taza de té.

Aunque no precisamente el chorro caía en la taza, sino más bien por todos lados.

~ ~

"No sabes lo preocupado que estuve por ti."

"¿Por mí o por lo que los demás pueden decir de ti y de mí?"

"¿Dónde dormiste anoche?" Preguntó de golpe.

"En un hotel." Respondió KyungSoo sin mirarlo a los ojos. "Iré a mi habitación."

"Vuelves a mí porque sabes que aquí lo tienes todo, si estudias para ser profesor, esa es tu vida Do Kyung Soo, prepárate para la miseria."

"No volví por ti, volví porque sé que aquí se van a preocupar por mí y que mamá no estaría orgullosa."

"¿Vas a seguir con el tema de tu madre? KyungSoo murió hace años, tu eras un niño. Supéralo."

Si no fuera su padre, KyungSoo ya lo habría golpeado. Las ganas no le faltaban. Lo deseaba, lo deseaba mucho.

El siempre pensó que el se había vuelto la persona que era sólo por magia y obra de su padre.

Era su culpa.

Ya nada cambiaría.

"Iré a mi habitación." Dijo el pseudo pelirrojo mientras abandonaba el lugar pese a las palabras continuas de su padre.

No debía escuchar.

Por él.

Por él mismo debía ser fuerte.

Abrió su mochila lentamente y sacó con mucho cuidado una fotografía. La llevó a su pecho abrazándola suavemente.

"No sabes cuánto te extraño, mamá."

Pasó su manga rápidamente por sus ojos. El se había prometido no llorar más, debía ser fuerte. Tenía que ser fuerte.

El podía.

"Me hubiese encantado poder cantar contigo..." Decía mientras acariciaba suavemente la fotografía en la mejilla de su madre. "¿Dime por qué te tuviste que ir?"

Secó nuevamente sus mojadas mejillas.

"Mamá..."

Se recostó en la cama mirando fijamente el techo de su habitación. Siempre llegaba esa hora del día donde los recuerdos volvían a su mente. Un cajón de secreto que deseaba ser abierto y al parecer KyungSoo era el único que tenía la llave para ello. En él.

Su madre había sido una mujer hermosa, una exitosa y renombrada abogada Coreana. Do siempre creyó que ella era quien era por las influencias de los demás.

Su mamá amaba el arte. Pintaba, cantaba, podía hacer cualquier cosa que se propusiera.

KyungSoo siempre tenía un dolor latente en su pecho, que con el tiempo se había comenzado a apaciguar, pero aún se encontraba ahí. El sabía que su mamá se había ido de este mundo, no satisfecha de todo.

El no quería repetir la misma historia que ella.

"Mamá..."

~ ~

"¿Estás bien?"

"Síp." Dijo marcando levemente la 'p'. "¿Por?"

"Estás ida." Insistió JongDae mientras cruzaba sus piernas, una debajo de la otra mientras bebida un café cargado y humo de frío salía por sus labios.

"No ida, estoy molesta."

"Bueno, eres mujer. ¿Eso es típico de ustedes o no?"

"Qué chistoso eres Kim. Estuvo bueno." Reclamó siendo lo más natural posible o casi. Hola sarcasmo.

"Al menos te saqué una sonrisa."

"¿Te puedo decir algo?"

"Claro. Escúpelo."

"Hay veces que me da mucho miedo el futuro. Soy consciente de las cosas que quiero y estoy determinada a lograrlas, pero el camino me aterra. ¿Sabes? Espero muchas cosas de mí, pero más me da miedo saber que quizás mi vida se pueda basar en lo cómodo y fácil. No quiero eso. ¿Y si arriesgo y no gano nada?"

JongDae soltó una pequeña risa. ______ podía distinguir que no era con mala intención. Ese era su estilo y ella le gustaba.

"Eso es lo lindo de la vida, ______." Decía mientras miraba fijamente como las personas pasaban por al frente de ellos.

"Tengo miedo de no poder cumplirme a mi misma las cosas que quiero o terminar alejando a todos de mí."

"Cada uno se forja la vida, _______. Tu destino está en tus manos."

"Me gustaría abrir el libro de mi vida en la mitad para que me dijeran con quien me voy a casar, cuantos hijos tendré, dónde estaré trabajando... Si mis sueños se cumplieron."

"Qué aburrida eres mujer. ¿Cómo vas a leer tu vida?" Preguntó JongDae siendo completamente irónico. "Deja que las cosas pasen luego y te vas a sorprender como tu vida cambia de un segundo a otro."

"¿Y si nada bueno me pasa en estos 4 meses?"

"Sorpréndete, Mills. Eso está por verse."