Hora de partir.

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Todos podían darse cuenta que la historia entre ambos personajes había dado un giro de 180° y ya nada era lo mismo. Todos lo notaban.

La relación entre ambos había cambiado de manera radical. Tal vez no de la manera que todos se lo esperarían, pero sí había cambiado. Lo cual era una sorpresa enorme.

Mills estaba teniendo cada vez más, conversaciones con su ángel por el lado izquierdo y un mini diablo en el hombro derecho. No tan literal, pero sus pensamientos estaban constantemente en un gran debate donde ni siquiera ella era partícipe de su propia vida.

Ya eran más de 5 meses desde que había pisado este país de Asia y el tiempo corría como si alguien lo estuviera persiguiendo. Y en definitiva las cosas habían cambiado sobretodo este mes y medio. Ella sabía que no debía involucrarse, pero Do Kyung Soo había vuelto todo más complicado desde que se sentó en su asiento.

Pensaba que si hubiese seguido los consejos de JongDae y YoonHye, ahora no estaría besando los labios de este no tan desconocido.

Sentía que la vida le había jugado una mala pasada y ahora estaba la disyuntiva de sentir sus alocados sentimientos o comprar ya, el primer boleto de avión cuando el mes sexto se cumpliera. Ni ella sabía cual era la decisión correcta y con respecto a su familia. Ella necesitaba estar con ellos.

— Señorita. ¿Va a pagar o no?

— Sí, disculpe. — Contestó ella mientras sacaba de su bolsillo un poco de dinero y lo depositaba en la rendija donde se encontraba aquel caballero. Tomó su agua de frutas y salió del lugar con la mirada de todos rodeándola. De verdad se había demorado más de lo previsto.

Bebió un poco para calmar un poco su garganta o para poder aliviar un poco el deseo que tenía su cuerpo de comer algo. El problema era que cuando algo le molestaba o algo la ponía triste, la comida dejaba de ser su mejor amiga y sus clavículas eran prueba de ello.

— Deberías comer algo. — Fue interrumpida por un chico que cada vez tenía el cabello más rizado, el cual ella siempre se burlaba. — Te siento más delgada últimamente.

— No tengo muchas ganas. — Respondió ella apenas mientras cerraba la botella en un movimiento bastante torpe. — Si me invitas a comer, tal vez lo piense.

— Qué aprovechadora eres. — Se quejó Jongdae mientras una risa quería salir de sus labios, pero el la contenía. — Mi corazón dice que sí... Pero mi billetera dice que no.

— Era broma. — Dijo la más baja mientras lo golpeaba con el codo. — Pregunta... ¿De dónde saliste?

— De mi mamá.

— Creo que eres un experimento mal hecho.

— Eres... — Alcanzó porque ya la había agarrado entre sus brazos para molestarla, mientras le desordenaba el cabello.

— Te voy a denunciar. — Dijo ______ mientras se separaba de él y acomodaba su cabello.

— Atrévete. — Atacó mientras sacaba la lengua. — Hmmm...

— ¿Sí?

— Quiero hablar contigo de algo.

— Claro. — Asintió mientras caminaba un poco hasta llegar al césped, para luego sentarse junto a él.

— Mills, sé que no debería meterme en tus asuntos, porque sé que no me corresponde, para nada. Mi punto es...

Corazón a corazón. (D.O Kyungsoo.) TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora