Vías de escape

Sigo mi camino...

A veces te echo de menos, no voy a mentirte.

Pero a veces no es siempre.

Realmente echo de menos sentirme bien a tu lado. Ir a acostarme con tu calor rozando mi piel.

Echo de menos cuando llegabas a casa y nos sentábamos a comer, juntos.

Echo de menos salir de tu mano. Paser al perro. Reírnos juntos.

Echo de menos verte jugar a la consola.

Echo de menos cocinar contigo. Ya lo echaba de menos desde antes.

Echo de menos. Mucho. Pero no echo de menos siempre.

Si te echase de menos siempre, empezaría a echarte de más.

Tus besos, tus caricias. Tus bromas. Tus cosquillas. Incluso puedo decir que echo de menos hasta tu mal humor. ¿Lo imaginas? ¿Quién puede echar de menos el mal humor de alguien? Pues yo, porque me gustaba ver cómo te enfadas, y como me enfadaba después yo.

Echo de menos. Sí. Lo repito, no voy a mentir.

Pero sigo. Sigo, porque es lo que tú quisiste.

Y es que en un mes los sentimientos no se van. Ni los recuerdos. Y estos tampoco quiero que se vayan, porque serán mis más bonitos recuerdos. Y la verdad, no duelen, o quizás un poco, no sé.

Yo me hago la fuerte. A veces lo soy, en serio. Demasiado.

Pero a veces hay que aprender a olvidar a quien se olvida de ti. Yo no quería olvidarte nunca, y aunque lo intente, tampoco voy a olvidarte, pero sabré fingir que te he olvidado.

Te juro que a veces me dan ganas de buscarte, y abrazarte y pensar que esto no ha pasado. Pero para qué engañarme. A ti te va bien sin mí, y me alegro.

Pero a mí también me va bien. No voy a decirte si lloro, si sufro. Porque a todos le muestro lo mismo, mi jodida sonrisa. Y habrá quien sepa ver cuando es fingida y cuando no.

Hay días que solo me apetece perderme. Desaparecer. Por completo.

Pero... Sigo...

Sigo buscando.

Sigo luchando.

Sigo viviendo.

Sigo soñando.

Sigo gritando.

Sigo bailando.

Sigo cantando.

Sigo riendo.

Sigo conmigo.

Sigo mi camino.

Y el tiempo sigue corriendo. Y tú no te cruzas conmigo. Huyes.

Yo también huyo.

Yo vuelo. Lejos. De las ganas de llorar.

Buscando algo que me llene.

El vacío que me dejaste.

Y que de momento solo se llena con palabras y canciones.