Vías de escape

Y te cansas.

Yo también me canso.

Me canso de estar ahí. Todos los días, aún cuando ni ellos mismos se soportan. Aún cuando me reciben con palabras desagradables o actitudes poco correctas.

Me canso, sí.

De intentar ayudar, de hacer lo que está en mis manos para que crezcan.

Sé que a veces puedo equivocarme, todos cometemos errores. De hecho, a veces, nos confundimos sin darnos cuenta, y es ahí cuando parece que ya todo se nubla.

Siempre se quedan con eso, con el primer error que cometas, como si con eso fuese el final del mundo, después de haber hecho todo lo que está en tus manos por hacer feliz a los demás. Siempre igual. Lo das todo. Intentas dejar esa coraza, intentas ser amable, intentas y fallas.

Sin más, de un día para otro todo cambia, y tú sigues sin entenderlo. Como si te hubieses saltado un capítulo de tu serie favorita y no entiendes qué es lo que te has perdido.

Joder.

Y es que odio eso. Odio que sin motivos cambien la forma de comportarse contigo. Y tú sabes que algo pasa, y te molestas en preguntar y solo responden: nada.

Y sabes que es mentira, pero intentas pensar que será cierto, que no pasa nada.

Pero que los días pasan, y lo que pasa es que las cosas no mejoran-

Ves excusas. Porque es lo que ves.

Ves que si tú no abres conversación, tampoco te abren conversación a ti.

Y sigues preguntando, ¿qué pasa? Pero ahora te lo preguntas a ti misma.

No encuentras lógica alguna. Decides pensar que es todo fruto de tu imaginación. Una vez más haces como si nada. Vuelves a abrir conversación, todo tirante, distante, distinto.

Incluso dedicas palabras, y lo único que recibes es una mera contestación, que te deja con ganas de más palabras con mas sentimiento.

Y es entonces cuando coges y te vas. Porque sí, te cansas. De estar ahí, tanto, que te sientes pesada. Que estorbas.

Y la verdad, cuando te echan de menos se nota, pero cuando te echan de más aún se nota el doble.

Y si queréis echarme de más, ya cojo mis cosas, y me voy.

Y si queréis quedaros con mis errores, os los regalo todos.

Porque cuando salga por la puerta lo que me pienso llevar son los buenos momentos, las risas, lo abrazos, las carcajadas, las lágrimas de emoción, mi hombro donde habéis llorado; y cuando necesiteis todo eso, recordad, habéis preferido quedar con los errores, buena elección.

Pero yo me voy.

Si me echas de menos espero que esté a tiempo de girarme y abrazarte. Porque cuanto más me eches de más, más lejos llegará mi caminar.

Y es que, amistades, nunca deis por supuesto aquello que no veais con vuestros ojos, antes de tirar algo por la borda, pregunta. No pongas excusas de que todo va bien, cuando sabes, cuando sabemos, que no