5 años despues

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Quinto año de secundaria. Todo había pasado rápido para los estudiantes de Hogwarts, pero no para Kiera. Desde que Draco dejó de hablarle, ella no había hecho amigos. Obviamente, nunca se preocupó en enmendar las cosas con su compañera de cuarto, Hermione Granger, la sangre impura. O quizá lo había arruinado aún más, haciéndole bromas y dándole constantes insultos. Ella ya no lloraba. Pasaba todo su tiempo con el famoso Harry Potter y su tonto amigo, Weasley. Potter, por cierto, nunca más había hablado con ella. Se ve que no era tan amistoso como antes. O le habían lavado el cerebro.
Durante las vacaciones, Kiera debía ir a la casa de su prima, Nyphandora, o como se hacía llamar, Tonks. Ella no era tan mala como se la había imaginado. Era divertida y muy amable. Era, quizá, lo más cercano a una amiga que tenía.
Era martes. Nuevamente, Dumbledore se preparó para hablar con los estudiantes en el comedor:
- Mis queridos estudiantes. Quiero recordarles que este viernes tendremos el baile. Les recomiendo que quienes no tengan pareja, se apresuren a conseguir una.
Yo, por supuesto, no la tenía. Le daba miedo a la mayoría de los chicos, seguro por mi madre, y no les caía bien a los de Gryffindor.
Podría haber ido con Draco, como amigos, o con cualquier amigo, pero ¡oh, cierto! No tengo amigos además de Tonks. Y ella no venía a la escuela.
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Ese día lo tenía libre, así que solitaria, me dirigí a la biblioteca. Me encantaba ese lugar, por qué era solitario y callado, igual que yo. Solo aveces me encontraba con Granger, siempre acompañada de sus amigos, el pelirrojo y el famoso. Pero ese día, ella no había aparecido. Así que tome un libro y me senté en el suelo, hasta que alguien me interrumpió.
- ¿Qué estás leyendo?- preguntó una vos familiar. Levante la vista y me encontré con los ojos verdes de Potter.
- La verdad, ni idea. No le presto mucha atención, en realidad.
-¿y entonces para qué estás leyéndolo?
- Para pasar el tiempo. No tengo nada mejor que hacer.
- Podrías pasar tiempo con tus amigos.
- El problema es que mi única amiga es mi prima, y ella no está aquí, así que...
Él me miró con una compasión reflejada en sus ojos.
- No tienes que compadecerte de mi. Si no tengo amigos es porque no los necesito.
- Todos necesitamos amigos. Creo que no le caes muy bien a la gente. Y creo saber porque.
- ¿Y cuál es tu gran teoría?- le pregunte sarcástica. Me dedico una sonrisa.
- Creo que tus tíos no fueron muy amigables contigo.
- ¿A qué te refieres?
- Quiero decir... Odias demasiado a los hijos de muggles.
-Sangre impura. Son sangre impura.¿y tú punto es...?
- Deberías dejar de tratar así a la gente por su familia.
Yo no le conteste y lo mire a los ojos, verdes como botellas.
- Es que... No es fácil. Sé que está mal. Mi prima, Tonks... Ella me lo dijo cuando la conocí. Quiso que lo entendiera. Pero es que... Pase tanto tiempo pensando cosas tan diferentes... Mi madre me enseñó lo que creía que era correcto, igual que mis tíos...
- Pero puedes cambiar- me miró desesperado.- yo puedo ayudarte.
- ¿Porque te interesas tanto en ayudarme de repente?- le pregunte. Me dedico una triste sonrisa.
- Porque te tengo esperanzas. La tuve desde el principio. Solo que... La perdí por un tiempo. Pero creo que la recupere. Y creo que te puedo ayudar. Y que puedes cambiar.
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Así que nos habíamos decidido. Esa tarde debía dirigirme al lago negro, donde Potter me enseñaría algunas cosas para 'ser mejor persona'.
- ¿Qué se supone que vas a enseñarme?- le pregunte con curiosidad. Estábamos sentados en el césped, recostados en un árbol.
- Bueno, primero quiero que me digas que piensas sobre los hijos de muggles. Creo que es tu problema principal.
- Creo que son, simplemente... Inferiores. Es decir, ellos no tienen sangre mágica en sus venas. No como nosotros. La magia que poseen se solo... Un accidente. No merecen estudiar aquí. Deberían ir a escuelas muggles, no a las nuestras. Es injusto.
Potter me miraba con una ceja alzada.
- Okey... Eso es un poco fuerte- me dijo divertido.
- ¿Me vas a ayudar o no?
- Esta bien. Lo que tienes que entender es que ellos no son inferiores. Ni los muggles tampoco.
- Pero los muggles no pueden hacer las cosas que nosotros.
- Quizá no- me dijo- pero no lo necesitan. Cada quien es bueno en algo. Nosotros somos buenos en la magia. Ellos deben de tener cosas que hacer.
- ¿Y qué sobre los sangre impura?- le pregunte.
- Hijos de muggles. Son hijos de muggles. Su sangre no es ni sucia, ni impura. La magia no está en la sangre, ni en tu familia. Está en tus habilidades. En tu imaginación. En los libros. Y en tu corazón.
Me quede pensando.
- Es... Un poco difícil. No creo poder cambiar de un día para el otro, no creas eso. Pero... Creo que capte algo. Es decir... No es fácil digerirlo. 11 años contra una tarde no cambiará mucho. Pero lo intentare. Respetar a los sangre impu... Hijos de muggles- me corregí.
- Bueno- dijo Potter sonriendo- Al menos es un comienzo.
 

Kiera Lestrange #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora