Navidad

2.3K 190 6
                                    

Ya habían pasado 2 meses. Draco y yo habíamos acordado que empezaríamos el plan  en unos 3 meses más, porque teníamos que estar bien preparados. Esta navidad, por primera vez, me habría gustado quedarme en Hogwarts, para poder leer sola en la biblioteca, como siempre, y volver a ser yo. Y sobre todo, no tener que ver a Tonks, sabiendo que tendría que traicionarla, y que le dolería mucho que le haya mentido, después de todo lo que había hecho por mí.
Pero Tonks me dijo que debía ir, porque este año haríamos algo diferente que las cenas con sus padres. Iríamos a visitar a una familia muy especial.
Pero cuando llegamos a la casa de dicha familia, el 24 de diciembre a las 8pm, me sentí tan desesperada que casi me muero. Porque este año, teníamos que pasar Navidad con los Weasley. Con todos ellos. Y con Sirius Black. Y Remus Lupin. Y con Hermione. Y con Harry.
- Buenas noches- salude entrando en la casa.
- ¡Hola, Key!- me contestó Hermione (ya le había pedido perdón por el incidente de la noche del baile).- ¡qué bueno que hallas venido! ¡Es la primera Navidad que pasamos juntos!
- ¿Juntos?- pregunté yo.
- Claro. Tú, yo, y Harry.
- Oh. Claro.
Me senté en una silla junto a Hermione, y me di cuenta que Harry no estaba. Cuando pregunte por el, Sirius Black, bastante frío, respondió:
- Se está cambiando.
- Así que... ¿Eres Kiera Lestrange, cierto?- preguntó Remus Lupin.
- Eh... Si. ¿Usted conoce a mi familia?
- No tuve la suerte, en realidad. - respondió el. Parecía muy amable y educado.
- Yo sí. Y déjame decirte, mi querido Lunático, que no es ninguna suerte, y menos aún si tienes la desgracia de convivir con Bellatrix.- dijo Sirius.
- Lo siento, señor, pero usted no tiene ningún permiso de hablar de esa manera de mi familia. Puede que no sea la mejor, pero debería tener mas respeto. Después de todo, también es su familia.- le reproche.
- ¡Lamentablemente, tienes razón! Pero yo me di cuenta de lo podrida que estaba mi familia, y escape de ella.
- Sirius...- empezó la señora Weasley.
- Pues puede que este podrida, pero al menos ellos no se traicionan por estar en Gryffindor.- le solté.
- ¡Traición! ¡Eso te dijo tu tía! ¡Qué era un traidor! Por favor, escapar de la injusticia no es un crimen, pequeña.
- ¿Injusticia? Usted tenía una casa enorme, con una familia que lo quería y que esperaba grandes cosas de usted. ¿No sabe que mal debieron de sentirse ellos al ver como los abandono? ¿Cómo debió sentirse su madre?
- ¡¿En qué casa esta esta insolente?! Porque habla como una aburrida Ravenclaw, pero su corazón es definitivamente Slytherin.
- Pues usted se equivoca, señor Black. No estoy en ninguna de las dos, y no lo estaría aunque quisiera. Estoy en-pero fui interrumpida por una voz conocida, que terminó mi oración.
- Gryffindor- dijo Harry entrando en la habitación.- ella está en Gryffindor.
Harry se acercó, mientras yo veía la cara asombrada de Sirius, y la incómoda de todos los demás presentes. Harry se acercó y me susurró:
- No le hagas caso. No le cae bien tu familia. Pero es buena gente.
- Seguro que si- le respondí enojada.
---------------------------------
La cena ya había pasado, y por suerte no tuve que dirigirle ninguna otra palabra a Sirius Black. Mientras tanto, Hermione y Ginny, la hermana de Ron, me hablaban enérgicamente, para distraerme. Ginny me habló sobre sus hermanos mayores, Fred y George. Los conocía, obviamente. Eran conocidos por pasar más de 3 horas en la sala de McGonagall al menos una vez por semana.
Pero en un momento, todos los presentes, incluido Black, se fueron, mientras que Tonks me dijo que nos quedaríamos a dormir.
Pero yo no podía dormir así de fácil. Eran ya las 3:42 cuando deje de intentar algo imposible, así que salí despacio y sigilosamente de mi habitación, y me encaminé a la sala de estar. Todo estaba oscuro. Todos dormían. O eso es lo que pensaba.
- ¿Key....?- preguntó la voz de Harry en la oscuridad.
Se sentó junto a mí en el sillón.
- Perdón si te desperté. Es que no podía dormir.- le dije.
- No te preocupes, yo tampoco podía dormir muy bien.
Nos quedamos un rato callados. Pero luego me acorde de lo bien que me hacía hablar con Harry cuando tenía problemas. Así que comencé:
- Harry... ¿Alguna vez sentiste que lo que querías hacer, lo que estabas seguro que era lo mejor del mundo, quizá fuera solo un error? ¿Y qué no podías retractarte, porque defraudarías a quienes más dependen de ti?
Él me miró sorprendido, y dirigió una mano a mi mejilla. No lo entendí al principio, pero luego me di cuenta que había comenzado a llorar.
- Key, ¿qué pasa?
- Es que tengo que hacer algo, pero sé que está mal, muy mal, y sé que voy a dañar a mucha gente si lo hago, pero también sé que se defraudarán de mí si no lo hago, y... ¡No sé qué diablos hacer!- le dije rompiendo en llanto.
- Key, tranquila. Solo sigue a tu corazón. Tienes que hacer lo que creas correcto. No lo que la gente quiere o espera que hagas. Y no importan las consecuencias. Solo tienes que hacer lo que creas mejor, sin preocuparte de lo que pase después.
Y Harry me abrazo, antes de besar mi coronilla.
- Te quiero- solté, y era cierto. Harry era un gran amigo.
- Yo también te quiero- me respondió.
Y me quede dormida en su abrazo, pero antes de llenarme de oscuridad, tuve un último pensamiento:
No puedo traicionarlo.

Kiera Lestrange #Wattys2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora