Era un miércoles por la tarde. No había hablado con Harry desde el día anterior, y por supuesto tuve que contarles de mis avances a mis padres, aunque no tenía como decirles que había fracasado. Pensé que Harry me amaba, que aceptaría sin chistar. Pero no fue así. Y claro, Draco estaba muy defraudado de mi, tanto que me había vuelto a ignorar, y quizás hasta burlar un poco, como siempre. ¿Acaso no había cambiado nada? ¿O pensaba que los había traicionado de nuevo? Cualquiera fuese el caso, el volvía a ser el de siempre, y solo se acercó a mí para darme una carta de mi madre:
"Como nos has deshonrado a tu padre y a mí, Kiera ¡Nosotros, que confiamos nuestra libertad y felicidad en tus manos! ¡Pero no! ¡Nos has vuelto a traicionar, a tu pobre familia! ¡Debí saber que no eras lo suficientemente hábil para una tarea tan difícil!
Ahora el pobre Draco tendrá que hacer todo solo. Porque, ¡claro! Ya no eres parte de esta misión. Tenías una tarea por cumplir, Kiera, ¡solo una maldita tarea! Y ni siquiera fuiste capaz.
Ojalá no tenga que volver a verte nunca en mi desdichada vida.
Lamentablemente, tu madre,
Bellatrix Lestrange"
Tome la carta, subí corriendo a mi habitación y cerré la puerta, para luego tirarme en mi cama a llorar. ¡Tan cerca había estado de que Harry me ayudara! ¡Tan cerca de volver a ser parte de mi familia! Pero no pude hacerlo. Y todo por el idiota de Potter.
- ¿Kiera? ¿Estás bien?- escuche una vocecita detrás de mí. Pensé que estaba sola, pero al parecer me equivoque.
- ¿QUIÉN ERES? ¿QUÉ DIABLOS QUIERES?
- S-Soy Ginny. Ginny Weasley, ¿recuerdas? Viniste a mi casa para navidad.
- ¿La hermanita de Ronald? ¿Y qué quieres?
- Y-yo... Sé que estás saliendo con el mejor amigo de mi hermano, Harry.
- Estaba saliendo con el. Ya terminamos. Es un idiota. Puedes quedártelo si quieres.
- Me gustaría, en realidad, pero él nunca se fijaría en mi.
Sorprendida, levante la cara de la almohada y mire a Ginny.
- Espera... ¿Enserio te gusta Harry?
- Si, desde primero.
- ¿Y nunca se te ocurrió decírmelo? - le pregunte, un poco enojada.
- Es que sabía que te gustaba, y el también estaba interesado en ti, así que...
- El no me gustaba, la verdad.
Ginny parecía confundida y sorprendida al mismo tiempo.
- ¿Enserio?
- Sip.
- ¿Y porque estabas con el?
No podía contarle mi misión.
- No tengo idea.
Ambas nos echamos a reír.
- Puedes ir con Harry ahora, y consolarlo.
- Iría, pero no le intereso en lo más mínimo. Creo que no le gustan las chicas como yo. Si no las chicas como tú.
- ¿y qué clase de chica soy yo?
- Para el, un desafío. Una... Chica mala, por decirlo de una manera.
De repente, con esas palabras, se me ocurrió una idea asombrosa.
- Ginny... ¿Qué tanto amas a Harry?
- No sé si lo amo...
- ¡Oh, vamos! ¡Soy tu amiga! ¡Sabes que no me voy a enojar contigo!
- Bueno... Mucho. Lo amo mucho.
"Cuando amas a alguien, estarías dispuesto a hacer cualquier cosa por estar con esa persona"
- Que triste- le dije yo- es decir... Que él ni te registre. ¡Qué tragedia!
- Si...- me contestó una triste Ginny,
- Sabes, Ginny... ¿Qué tal si te hiciera parecida a mí? Es decir, la clase de chica que le gustaría a Harry. Una chica mala.
Ginny parecía pensativa, y al final respondió:
- ¡Daría lo que fuera por ser como tú!
Una euforia crecía en mi interior.
- ¿Lo que sea? Porque yo tengo una pequeñísima tareita, pero solo una chica como las que le gustan a Harry podría hacerla...
- ¡La haré! ¡No se lo diré a nadie! ¡Lo juro!
No pude contener mi sonrisa.
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Caminando por los pasillos desolados de Hogwarts, me encontré con Draco. El, por supuesto, me ignoro completamente, pero yo lo tomé del brazo y me lo lleve hasta un lugar donde nadie pueda escucharnos.
- ¿Qué diablos quieres, Kiera?
- Solo quiero que le mandes una pequeña nota a mi madre, de mi parte.
- Ella no quiere saber nada de ti, sucia traidora.
- Bueno, si no quiere, ella se lo pierde. Pero estoy segura que le encantaría escuchar las nuevas noticias.
- ¿Qué noticias?
Sonreí.
- Ya tengo a alguien para entrar a Azkaban. Alguien de quien nadie desconfía. Alguien a quien seguro dejaran pasar.
Draco me miró sorprendido.
- ¿A quién?
Aún sonriendo, le dije:
- A Ginerva Weasley.
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Kiera Lestrange #Wattys2016
Fanfiction¿Qué hubiese pasado si Bellatrix Y Rodolfus Lestrange hubieran tenido una hija? ¿Qué hubiera pasado si Draco Mlafoy no solo hubiera tenido una prima, si no una mejor amiga? Y sobre todo, ¿a qué casa hubiese ido?