Capítulo XV

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Me quedo totalmente desconcertada, apenas puedo respirar, conteniendo el aliento. Lo único que sentía en aquel minuto era el temblar de todo mi cuerpo y a mi corazón golpeando con brutalidad entre mis costillas.

Mi vista esta clavada enfrente, en aquel chico de cabello castaño que hasta unos segundos atrás estaba a mi lado. Veo como sigue avanzando a pasos lentos pero seguros, como pasa por entre los insectos y los aplasta, parece no importarle. Veo como continua caminando, totalmente decidido y dispuesto a todo con tal de llegar a su objetivo. Veo... Veo como se aleja, veo como está rompiendo nuestra promesa.

Trato de llamarle, de decir algo, pero aquel sabor amargo en mi boca y el nudo que se ha formado en la garganta; no me lo permite. Apenas puedo dejar salir un par de sollozos y suspiros. Quisiera tener el valor y el coraje para aproximarme a él, pero no lo tengo... me estoy desmoronando.

— Y-Yixing...— balbuceo, desesperada mientras las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas. Yixing parece no escucharme y sigue su camino. Me desespero aún más y comienzo a frotar mis manos con brusquedad en mi rostro.

Yixing ya se encuentra frente a la caja de vidrio y se detiene ahí. Su rostro expresa terror y luce completamente pálido, mientras gotas de sudor brotan de su frente. Respira agitado, puedo verlo por el desenfrenado movimiento de su pecho.

Yixing mira sus manos –temblorosas- y las acerca despacio a la caja, poco a poco comienza a introducirlas, hasta que se detiene en el acto.

"Hazlo" — aquel chico habla, ordenándole.

Yixing voltea su cabeza en mi dirección, pero no me mira a mi, mira el cronometro que se encuentra sobre la puerta que esta marcando "05:30".

"Vamos, Yixing. Queda poco tiempo" — ese maldito lo anima a seguir.

La desesperación me consume absolutamente: — No... Yixing... no — sollozo y él no me escucha. Nadie me escucha.

Tomo de mi cabeza, enredando mis dedos en mi cabello y jalando de este. Quiero gritar, moverme, pero no lo hago... soy una maldita cobarde.

Yixing toma una bocanada de aire y vuelve a introducir sus manos, esta vez lo hace por completo. Una mueca de desagrado se dibuja en su rostro al ver las inyecciones y agujas que hay en el interior. Lentamente mueve sus manos y aquello ocasionó que las agujas se incrustaran en ellas, haciéndole daño. Yixing suelta un gemido y la expresión marcada en su rostro ahora sólo refleja dolor.

— Yixing...— le llamo una vez más, y obtengo la misma respuesta.

Él continua batallando para poder sacar la llave atada en el interior, y cada movimiento que hace es más doloroso, puedo verlo por su expresión, y por sus pálidas manos que ya están cubiertas de sangre debido a los cortes y heridas que se ha hecho.

No podía soportar lo que veía.

Yixing hace sus últimos esfuerzos, estira un poco más sus manos y con cuidado logra desatar la llave y la saca desde el interior de la caja.

Mis ojos se abren de par en par, dejándome perpleja. Él lo había conseguido.

Una vez sus manos fuera, Yixing sostiene la llave en una de ellas y la mira incrédulo. Duda un segundo que hacer, hasta que decide apretarla con fuerza en su puño cerrado.

— Lo-Lo tengo... — balbucea y levanta la mano en la cual sostiene la llave, enseñando que la había conseguido.

El cronometro sobre la puerta se ha detenido, al igual que todo en mí.

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